Bomberman

Título: Bomberman
Durabilidad: Baja
Jugabilidad: Alta
Género: Plataformas
Plataforma: Nintendo DS
Puntuación: 7
Reseña: Esta nueva versión de Bomberman tiene la función de estrenar uno de los clásicos más famosos de Hudson en la consola portátil de Nintendo DS. Así, podemos encontrar dos modos de juegos; normal y batalla, con vistas de ofrecer doble diversión al jugador.

La historia normal comienza con la destrucción del preciado cristal que se haya en la gran montaña. Así el cristal se dividirá en diez fragmentos que irán a parar a diez mundos distintos. No obstante, el objetivo del pequeño bomberman será recopilarlos para que los mundos vuelvan a la normalidad. Como consecuencia, el protagonista tendrá que recorrer un total de 10 fases por cada uno de los 10 mundos para completar la misión que ha recaído sobre él. Un total de 100 fases en las que no faltarán jefes finales y pantallas extra en las que podemos conseguir infinidad de ítems muy suculentos.

Por otra parte, tenemos la opción de iniciar la partida en modo batalla, cuyo desarrollo consiste en combatir con otros bomberman para alzarse con la victoria. Esta cualidad permite activar el modo multijugador para jugar con tus amigos o de forma individual contra la CPU.

Una de las novedades más destacables es que para acceder al modo multijugador solo es necesario tener un cartucho del juego, con lo cual podrán participar un total de 8 jugadores a los que a través de wifi se le transmiten los datos de la partida.

El modo batalla tiene un total de 30 escenarios con características especiales como cintas transportadoras, túneles o agujeros. Otra de las novedades que incluye este clásico es la incorporación un sistema de reconocimiento de voz, el Nintendo DSTM, permitiendo a los jugadores hacer las acciones mediante la voz: explotar y poner bombas o protegernos con un escudo.

En la calidad gráfica no se ha apreciado evolución alguna, continúan los escenarios en 2D y el diseño de los bomberman es idéntico a las versiones anteriores para otras plataformas. Los escenarios, enemigos e ítems tampoco difieren de lo anteriormente visto en otras sagas, incluso los jefes finales siguen la misma línea, son muy básicos, fáciles de matar y repetitivos.

Otro de los cambios que afecta directamente a la jugabilidad de Bomberman es la doble pantalla característica de la consola portátil Nintendo DS. Según el modo de juego se utilizarán de forma diferente, así cuando se juegue en modo normal el desarrollo se centrará en la pantalla superior, dejando en segundo plano la pantalla inferior que hará la función de inventario. De esta forma, el inventario estará visible durante el juego y el usuario podrá seleccionar los ítems con el lápiz táctil en el momento que vea oportuno. Esta función de almacenamiento de ítems es otra diferencia de Bomberman DS con respecto a sus predecesores, ya que antes cuando se cogía el objeto se activaba automáticamente. No obstante, las fases de los jefes ocuparán ambas pantallas debiendo seleccionar los ítems antes de comenzar el juego.
En cambio, el modo batalla aprovecha las dos pantallas para llevar a cabo una guerra a contrarreloj entre todos los bombermans. El doble escenario es lógico para realizar batallas de ocho jugadores, ya que se necesita más espacio que el modo individual.

La creación de la mascota de Hudson se remonta al año 1983, haciendo su aparición estelar en las consolas ZX Spectrum y los MSX. Pero fue en 1985 cuando le llegó el verdadero éxito de la mano de NES con el juego Bomberman. El año 1990 supuso un cambio de imagen para los personajes, la cual se mantiene hasta nuestros días. Este famoso muñequito lanzabombas ha hecho acto de presencia con sus distintas versiones de juegos en reconocidas marcas de consolas, máquinas recreativas, ordenadores y teléfonos móviles.

Bomberman es uno de los clásicos más adictivos y totalmente recomendables para pasar un rato divertido con varios jugadores. El modo individual puede resultar insípido si evaluamos aspectos gráficos o innovadores, ya que carece de ellos. No obstante, sus partidas cortas y su facilidad para guardar cada 5 fases hacen posible completar el juego en menos de 5 horas. Además, cada partida tiene un tiempo limitado de 2 minutos, por lo que la falta de tiempo no es excusa para probar este famoso clásico.