La Restauradora

Libro: La Restauradora

Saga: La Reina del cementerio (1/3)
Título original: The Restorer
Autora: Amanda Stevens
Género: Paranormal, romance
Editorial: Roca Editorial (2014)
Año: 2011

Origen: EEUU
ISBN: 978-84-9918-711-2

Páginas: 368
Puntuación: 8,5

Reseña: Amelia Grey es una joven de veintisiete años que tiene el don de ver fantasmas. La primera vez que vio uno, Amelia era una niña y su padre le explicó que lo mejor era no involucrarse con ellos, así que le dio una serie de pautas para evitar problemas mayores.

Hasta entonces, Amelia ha seguido a rajatabla las reglas de su padre y ha ignorado a todos los fantasmas que se le acercaban. Sin embargo, en la actualidad Amelia es una prestigiosa restauradora de cementerios y, por casualidades del destino, acaba como asesora de un caso de asesinato cuando encuentran un cadáver en el cementerio donde está trabajando. El problema comienza cuando Amelia tiene que colaborar con el detective Devlin, por el que sentirá una atracción irresistible pero que, por su bien, le convendrá alejarse debido a los fantasmas que lo rodean.

Sin duda alguna, el aspecto que más me ha deslumbrado de La Restauradora ha sido la originalidad de su argumento, pues nunca había leído ningún libro que abordara la restauración de cementerios. Pese a sus siniestras alusiones, es un tema inusitado que me ha sorprendido muy gratamente por la cantidad de referencias tan interesantes que aluden a un oficio tan peculiar. Además, la autora ha hecho un gran trabajo aportando información sobre técnicas de restauración y la labor diaria que realizan los profesionales en dicho sector.

Del mismo modo, también se aprecia un gran trabajo de documentación por parte de la autora para tratar otro tema escabroso como es la parapsicología. Normalmente suelo leer libros donde frecuentan los fantasmas pero es muy raro que se ofrezca una explicación teórica tan precisa como hace Amanda Stevens en este título. Ante todo, no estoy familiarizada con los tecnicismos que se manejan en parapsicología y, por ello, me ha resultado muy ilustrativo todos los conceptos que se abordan en este libro. Por otra parte, evidentemente entra en juego la credibilidad de la existencia de los fantasmas, lo cual me ha gustado porque, gracias a cierta terminología, se juega con la ambigüedad de que todos los casos tienen una explicación científica pero, también existe la remota posibilidad de su existencia cuando alguno resulta inexplicable.

En cuanto a la historia, este libro se centra en la resolución de un caso de asesinato, aunque a su vez se va entrelazando con la vida personal de nuestra protagonista. Al igual que en las novelas negras, la investigación policial es una de las grandes bazas argumentales porque gran parte de la obra está dedicada a recabar información sobre las víctimas, buscar pistas e investigar a los sospechosos. En ese sentido, se trata de un libro muy original y bien hilado. Además, como decía anteriormente, el escenario del crimen es un cementerio, un elemento recurrente con carácter tétrico que favorece la buena ambientación y el suspense de la historia.

Por otra parte, la vida personal de Amelia y su don excepcional también es otra de las tramas que condimenta la historia, pues nos encontramos con una mujer que debe enfrentarse a lo desconocido y a sus propias necesidades. Un conflicto interior difícil de lidiar porque entra en juego el deseo, la razón y, en definitiva, una situación muy complicada de manejar. Concretamente, me ha gustado cómo se desarrolla la parte romántica porque es un libro donde hay atracción y tensión sexual entre la pareja protagonista pero, a su vez, entre ellos hay una barrera espiritual que les impide relacionarse.

En cuanto a los personajes, lógicamente destacan sus protagonistas Amelia y Devlin, aunque también hay varios secundarios muy enigmáticos y con mucha personalidad. En una historia de este tipo es fundamental que sus personajes tengan un lado oscuro y Amanda Stevens ha logrado que todos ellos mantengan ese aire misterioso para que el lector pueda sospechar de ellos, pues al fin y al cabo hay un asesino suelto y utilizar ese recurso es la mejor forma de mantener la intriga.  

Narrado en primera persona desde el punto de vista de Amelia, La Restauradora es un libro bien escrito, con un ritmo ágil y, personalmente, me ha resultado muy didáctico por incluir ciertos tecnicismos relacionados con la parapsicología.

En definitiva, La Restauradora se trata de un libro que combina a la perfección el arte de un oficio atípico, el don de una protagonista solitaria, la efervescencia de un amor prohibido y la búsqueda de un asesino espeluznante. Un libro diferente, enigmático y muy sombrío que me ha encantado por su originalidad y excelente ambientación. 

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