Si no hay un mañana

Libro: Si no hay un mañana

Título original: If there´s no tomorrow

Autora: Jennifer L. Armentrout
Traducción: Estíbaliz Montero

Género: Romance, Young Adult

Editorial española: Puck (abril 2019)

Año: 2017

Origen: EEUU

ISBN: 978-84-92918-53-9

Páginas: 384

Puntuación: 7,5

Primeras páginas: Leer Aquí

Reseña: Lena es una estudiante que está pasando su último verano antes de empezar el instituto y dar el gran salto a la universidad. Entre fiestas, amigos y trabajo, Lena piensa a menudo en el mañana y está muy pendiente de planificar el próximo curso escolar. Aunque por otro lado, nuestra protagonista también tiene tiempo para sus sentimientos y suspira por su vecino Sebastian. Desde hace años, Lena está enamorada de su mejor amigo Sebastian, pero nunca ha intentado declararse por miedo a romper su amistad.

Sin embargo, la vida de Lena se tuerce drásticamente debido a una mala decisión que le hará replantearse su futuro, sus miedos y, sobre todo, ser consciente de que tenemos que vivir más intensamente el presente.

Jennifer L. Armentrout es una de mis autoras preferidas porque es una creadora nata de historias sensibles, romances intensos y personajes carismáticos que te dejan huella. Con Si no hay un mañana ha vuelto a enamorarme por esa dulzura tan característica, pero también porque ha añadido dramatismo y, sobre todo, por la parte reflexiva que nos invita a replantearnos nuestra forma de pensar.

Inicialmente, esta novela se presenta como la típica historia de amor adolescente en la que sus protagonistas no se atreven a confesar sus sentimientos. No obstante, un terrible suceso trastoca la vida de estos jóvenes y el libro se vuelve mucho más dramático, reflexivo y duro. En mi opinión, la trama engancha desde sus inicios por la parte romántica tan transparente y sentimental, pero luego ese giro inesperado lo cambia todo, oscurece una historia que en principio era color de rosa y nos sumerge de lleno en un estado de dolor profundo. Personalmente, su componente dramático es desgarrador y me ha mantenido con el corazón en un puño. Además, es un libro de aceptación, superación y sufrimiento que nos ofrece una visión de la vida diferente y nos hace plantearnos que no debemos preocuparnos por cosas insignificantes y darle más importancia a nuestras decisiones.

Como siempre, la historia de amor me ha conquistado por la inocencia y encanto de sus protagonistas, aunque por otro lado considero que la autora se ha excedido en el dramatismo. Me encanta que las novelas estén compuestas por varias tramas y aborden diferentes temas, pero la combinación debe ser en su justa medida. En Si no hay un mañana nos encontramos con una historia dura y desgarradora muy interesante porque nos invita a reflexionar en nuestra filosofía de vida, pero considero que la trama melodramática se alarga demasiado.

En referencia a los personajes, es cierto que estamos ante un elenco de protagonistas estereotipados y con preocupaciones típicas de su edad. Sin embargo, el destino les tiene reservado un duro golpe que cambiará por completo su forma de ser y les servirá como una auténtica lección de vida. Lena y Sebastian son encantadores como protagonistas, al igual que sus amigos con quienes congenié desde el principio por su frescura y desparpajo. A raíz de este giro argumental, todos los personajes cambian su personalidad y evolucionan, el problema es que tienen que madurar a marchas forzadas con el revés que les da la vida. Lo que más me ha gustado a nivel personajes es cómo se hunden y tienen que salir a flote pese a la depresión, lo cual supone un ejercicio de superación brutal. 

Narrado en primera persona en la voz de Lena, la autora nos acerca a una novela de escritura sencilla, ágil y adictiva recurriendo al uso de diálogos, descripciones certeras y jugando con los tiempos a la hora de transmitirnos la historia.

En definitiva, Si no hay un mañana es una historia intensa, adictiva y desgarradora. Una novela juvenil de amor con una pareja adorable y con un trasfondo reflexivo devastador.