Libro: ¡Que viene el lobo!
Título original: Au loup!
Autora: Stephanie Blake
Origen: Francia
Género: Cuento, primeros lectores
Editorial: Beascoa (mayo 2019)
Año: 2015
ISBN: 9788448853594
Páginas: 40
Formato: Encuadernación cartoné, páginas de papel
Reseña: ¡Que viene el lobo! forma parte de la colección de cuentos del conejito Simón de la autora Stephanie Blake. Además, tiene una serie de animación que actualmente está disponible en Netflix.
Este cuento se basa en la fábula El pastor mentiroso de Esopo, también conocida por Pedro y el lobo,
cuya moraleja nos transmite que no está bien decir mentiras porque
cuando sea verdad nadie te creerá. En este cuento somos partícipes de
cómo nuestro amigo Simón intenta escaquearse de sus labores cotidianas asustando a sus padres con la advertencia de que viene el lobo. De esta forma, Simón siempre
hace lo que le da la gana y contando mentiras evita ordenar su cuarto,
recitar el abecedario o hacer pipí en el orinal. Sin embargo, un día
recibirá una buena lección y aprenderá que no está bien decir mentiras.
Nos encantan los cuentos que contienen moralejas para que nuestros
pequeños aprendan a través de sus historias y animalillos a portarse
bien. ¡Que viene el lobo! nos ofrece una lección maravillosa
sobre las mentiras y la desobediencia, actitudes muy frecuentes en los
niños pequeños que son muy complicadas de paliar y en muchas ocasiones
no sabemos cómo tratarlas. Además, es muy habitual que cuanto más
regañamos a nuestros hijos ante determinadas conductas, menos caso nos
hacen porque nos toman como unos pesados y, por ello, agradecemos
enormemente cualquier apoyo, como este cuento, que nos sirva para
inculcar valores de una forma divertida e inesperada para ellos.
En referencia al formato, el tamaño de este cuento es grande y al
abrirlo tiene en la parte izquierda el texto y en la derecha los
dibujos. Los colores son muy vivos, ya que hace uso del azul, verde,
rojo, amarillo y naranja. Nos ha llamado la atención que cada página
donde se incluye el texto es de un color diferente y cambia el tamaño de
la letra para enfatizar las palabras que se pretenden destacar. En
cuanto al dibujo, los diseños son muy sencillos, ideales para los niños
pequeños a los que va dirigido, los fondos son bastante limpios y el
entintado es acuarelado.
Nuestra experiencia con este cuento ha sido con nuestro hijo de tres años. A Darío le ha gustado especialmente por la presencia del lobo feroz, pues acaba de conocer al conejito Simón gracias a este cuento. Como nuestro hijo es bastante travieso, se ha visto reflejado en muchos comportamientos del protagonista y, además, se ha divertido con las apariciones del lobo. Cada vez que terminamos de leérselo, le preguntamos si el conejito es bueno o malo y aprovechamos la ocasión para repasar las cosas malas que ha realizado.
Darío es un niño muy desobediente y, al igual que nuestro protagonista,
siempre hace lo que le da la gana. Por ello, nos ha encantado este
cuento, ya que hemos empatizado mucho con los padres de Simón.
Últimamente, corregir el comportamiento de nuestro hijo nos cuesta
bastante y, al igual que los progenitores del conejito, nosotros también
hemos recurrido a las advertencias y a asustar a nuestro hijo para que
sea más obediente. La verdad es que no nos hace mucha gracia hacerle
sentir miedo, pero muchas veces es la única forma para que entienda el
peligro que corre cuando hace ciertas cosas. Como indicamos con
anterioridad, es muy complicado inculcar buenos
comportamientos a un niño, por mucho que se lo repitamos. Por ello, ¡Que viene el lobo! nos ha servido de apoyo, pues toda ayuda es poca en la educación de nuestros hijos.
En definitiva, ¡Que viene el lobo! es un cuento para que los más pequeños disfruten de las aventuras del inigualable Simón, pero sobre todo para que aprendan que está muy mal contar mentiras y que pueden acarrerar consecuencias fatales.
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No conozco este cuento pero sí la fábula de Pedro y el lobo, sobre todo porque mi padre me la contaba una y otra vez. Y eso que yo era una santa.
ResponderEliminarAnimo con Dario, hay veces que esto de la paternidad/maternidad se hace cuesta arriba.