Libro: El jardín del tallador de huesos
Título original: The Bone Weaver´s Orchard
Autora: Sarah Read
Traducción: José Ángel de Dios García
Portada: Raúl Ruiz
Género: Terror, drama
Editorial: Dilatando Mentes Editorial (diciembre 2020)
Año: 2020
Origen: EEUU
ISBN: 978-84-121673-2-0
Páginas: 268
Puntuación: 8,5
Reseña: Charley Winslow es un niño que ha sido trasladado al internado Old Cross mientras su padre se encuentra como efectivo, luchando en una guerra por su país. Charley sabía que el colegio tenía fama de ser duro y los compañeros aún más, y hasta crueles. Su padre se lo advirtió, pero no estaba preparado para los que serían los peores momentos de su vida. Al poco tiempo de llegar e instalarse, tendrá contacto visual con una figura humana retorcida. Sus compañeros dicen que si alguien lo ve, va a morir pronto. Tras ello desaparece un niño. Todos piensan que ha escapado, pero Charley se teme lo peor.
Ambientado en los años veinte de Inglaterra, El jardín del tallador de huesos parte de la premisa de un internado de los que ningún alumno está orgulloso de ingresar. Cuenta con internos de la vieja escuela que tratan mal a los novatos y, en el mejor de los casos, solo los atiborran de tareas personales para aprovecharse de ellos y hacer su estancia más cómoda. Un título cuya premisa me ha hecho recordar a Boy relatos de infancia de Roald Dahl, aunque disparándose el mercurio del termómetro de la crueldad, lo siniestro, terrorífico y grotesco.
Como pilar fundamental de la obra quiero resaltar a Charley, el protagonista. Es un chico muy peculiar que viene con unas ideas muy claras de su educación previa en África, donde ha empapado de la cultura y hasta la mitología. En cuanto llega a Old Cross lo toman como un rarito porque, aunque de escasa edad, es un apasionado de la entomología y conserva rarezas como coleccionar insectos, algunos vivos y otros muertos, y eso hierve la sangre de sus compañeros de habitación y les pone los vellos de punta. Esta peculiaridad no sólo hace que Charley sea el centro de miradas y recelos de muchos estudiantes, sino que también algunos profesores, y el propio director, lo tendrán en el punto de mira.
Charley es un chico que me ha conquistado en casi todos sus aspectos, aunque me ha parecido demasiado valiente e intrépido para su edad, sobre todo teniendo en cuenta que se enfrenta a un ser que no dudaría en matarlo y un director que castiga con brutales azotes en las nalgas. Aún así, Charley no duda en abandonar su cama por las noches y salir a investigar por los oscuros pasillos del colegio o para hacer encargos de alumnos veteranos.
El colegio de Old Cross es otro de los grandes protagonistas de la historia. Al tratarse de una abadía abandonada, adaptada como colegio, constituye un escenario fantástico para que sucedan historias espeluznantes de todo tipo. Además, debido a la propia historia de la abadía, se encuentran catacumbas en sus niveles inferiores e incluso restos humanos en sus jardines.
En cuanto a los secundarios, quiero resaltar a Bowles porque es un alumno novato como Charley, con el que hace muy buenas migas y comparten el interés por sus aficiones, y también destaco a Sam, el jardinero del colegio. Sam es un hombre que sirve como vía de escape a ambos chicos ante la crueldad e indiferencia del resto del alumnado. El elenco de personajes, sin resultar amplio, se hace bastante completo y fácil de asimilar en la lectura. De hecho, los que van ganando importancia en la historia están muy bien conseguidos y son cada vez más interesantes, pues no dejaremos de sospechar entre uno u otro conforme avanza el argumento.
Si nos centramos en el arco argumental, ha sido increíble. Todo sucede con naturalidad y cada vez la atmósfera se vuelve más asfixiante y los pasillos del colegio más terroríficos con peligros a la vuelta de la esquina. El inicio con el colegio a la antigua escuela, con niños crueles y la dureza del profesorado, es algo que me ganó desde la primera página. La afición por los insectos de Charley me sedujo e intrigó a partes iguales y, cuando todo se torna misterioso y siniestro, el libro ya me tenía totalmente enganchado.
Con El jardín del tallador de huesos, Sarah Read ha ganado los premios Bram Stoker, This is horror y, además, ha resultado finalista en Ladies of horror fiction. Su estilo narrativo es el de una acertada tercera persona y unas descripciones muy realistas con las que proporcionarnos una atmósfera cada vez más opresiva. Estas descripciones son muy buenas porque están medidas para hacernos partícipes de lo que sucede sin llegar a recargar el texto. Además, conforme avanza la historia, el ritmo se hace más frenético y sus descansillos y capítulos cada vez más cortos para que no podamos parar de leerlo hasta terminarlo.
Como única pega desde mi punto de vista, como apunté al inicio, el protagonista de Charley es demasiado valiente y curioso para su edad, teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo en el colegio, aunque, viéndolo de otra forma, sin un alumno como él, la historia sería imposible.
El jardín del tallador de huesos es una obra de misterio y terror que sucede en un internado antiguo con alumnos crueles, castigos severos, y un ser que mora por sus pasillos. Una obra imprescindible para amantes del misterio, listas de sospechosos que engrosan y lectores con ganas de pasar miedo.
¡Hola! La portada y el título me cautivaron por completo. Me gusta mucho cuando está ambientado en internados, lo hace más interesante. Lo apunto.
ResponderEliminarBesos ♥
Ya estaba en mi lista, pero con tu último párrafo me ha convencido de que no puedo dejarla pasar :-)
ResponderEliminarUn beso.