Oscura Deriva

Libro: Oscura Deriva
Autor: Carlos J. Sánchez
Portada: Raúl Ruiz
Género: Ciencia ficción, Dark space opera
Editorial: Dilatando Mentes Editorial (junio 2021)
Año: 2021
Origen: España
ISBN: 978-84-123321-4-8
Páginas: 200
Puntuación: 8,5

Reseña: Una nave sin nombre surca el espacio infinito para dar caza y muerte al pirata Roger Black. La nave no se trata de una embarcación en misión oficial y su tripulación está compuesta por personas y seres cibernéticos cuyas vidas fueron arruinadas por el infame pirata. Aunque todos saben que dar con el paradero del pirata es una misión complicada y asesinarlo es todo un suicidio, están dispuestos a pagar cualquier precio por saciar su sed de venganza.

Durante el desarrollo de Oscura Deriva tendremos la oportunidad de conocer mejor a los tripulantes de la nave desconocida, así como el motivo que les empujó a enrolarse para apostar sus propias vidas para vengarse de Roger Black. Por ello, entre sus páginas, a modo de descansillo, encontraremos unas páginas negras con texto blanco, en las que el capitán entrevista algunos candidatos que formarán parte de su tripulación.

Como buena obra del género Space opera, las interacciones entre los tripulantes, con sus respectivos roces de personalidades, juegan un papel fundamental. Para ello, el autor utiliza un elemento, la deriva que da nombre al libro, que los sume en un estado de incertidumbre y oscuridad, dejando sus voluntades algo perturbadas y sus nervios a flor de piel.

Continuando sobre el género de la obra, también abarca momentos de terror y angustia, de ahí que pueda catalogarse como una dark space opera, y el autor tiene una gran capacidad para crear una atmósfera sobrecogedora que, combinándola con la excelente expresión verbal y corporal de los personajes, los momentos de terror, tensión y angustia nos llegan bien hondo.

El gran punto meritorio de Oscura Deriva, y sin menospreciar los grandes puntos fuertes de la novela, es el uso de la segunda persona. Sin duda alguna, la segunda persona es infrecuente y, por eso mismo, suele ser arriesgada sobre todo en obras que mucho más largas que relatos. En esta segunda persona encarnamos al capitán Thomas Shrike y en cuanto al narrador que se dirige al él prefiero dejaros con la intriga. Lo que sí os puedo asegurar es que esta segunda persona me ha hecho rememorar mi infancia en la que leía librojuegos donde la segunda persona era muy recurrente, casi una obligación, y esto ha ayudado a sentirme muy cercano al capitán de la nave sin nombre que ansía encontrar a Roger Black para matarlo.

En cuanto a elementos de ciencia ficción, además del hecho de que buena parte se desarrolle en una nave, encontraremos términos referentes al funcionamiento de la misma, la forma en la que se desarrollan los viajes espaciales y, entre otros tantos factores, uno de los personajes es un ginoide que es un androide tan evolucionado que pueden pasar perfectamente por un humano. Lo único que no ha terminado de convencerme ha sido el aparente poco desarrollo de las armas, o al menos esa es la imagen mental que he hecho de las mismas, pues con toda la tecnología existente para navegar en el espacio, supongo que debería aparecer armamento y equipos de combate mucho más evolucionados. Tal vez el autor lo habrá hecho de una forma intencionada para darle un toque western, pero aún así pienso que podría conseguirse de otra forma.

Si nos detenemos a hablar sobre los personajes, el capitán Thomas Shrike es el indiscutible protagonista y encarna el culmen del deseo de venganza por parte de toda su tripulación. Además, quiero destacar a la primera oficial, Sarah Branagh y a Ícaro como secundario de lujo. Ícaro y todo lo que le rodea me ha encantado tanto que me ha dejado con ganas de verle más protagonismo y pienso que habría sido maravilloso si se hubiera utilizado más en el libro.

Gracias al protagonista de Thomas Shrike, las entrevistas a los miembros de la tripulación y todo aquello a lo que tienen que renunciar para continuar con su misión, este libro invita a que los lectores reflexionemos sobre el sentimiento de la venganza. Obviamente, mientras lo leemos podemos pensar que en muchas ocasiones deberían de renunciar, dar la vuelta y que cada uno regresara a su planeta donde olvidarse de todo, pero ahora pensemos: ¿acaso nunca hemos querido vengarnos de alguien por algo? Seguramente sí, pero ¿habría merecido la pena?. Seguramente no porque, aunque la venganza es un plato que se sirve en frío, puede regresar a nosotros con inesperados daños colaterales y esa es una de las enseñanzas que podremos extraer con la lectura de este libro.

El arco argumental de Oscura Deriva está bien trazado y si pasamos a analizarlo con la historia ya reposada en nuestra mente, resulta que es bastante sencillo. Pienso que además de las sorpresas que se desvelan, un poco de foreshadowing le hubiera sentado bastante bien a la novela, aportando mayores giros y alinealidad. Pese a todo, el final me ha dejado muy satisfecho y la novela en su conjunto es una maravilla que no debe pasar desapercibida, un verdadero aporte al género de la ciencia ficción y a los space opera.

Oscura Deriva es una novela corta imprescindible para los amantes de la ciencia ficción, los space opera y para quienes disfruten con pinceladas de terror. Un título que personalmente me ha encantado y me ha dejado con ganas de leer más obras de su autor.