Edición limitada

A grandes rasgos, cuando una persona es muy fanática de un libro, película, manga, anime o videojuego, es inevitable resistirse a comprar el producto el primer día que sale a la venta. Como si fuera a agotarse, muchos de nosotros incluso acudimos a la tienda para reservar con antelación nuestro preciado artículo. Estamos de acuerdo en que cabe la posibilidad de que el producto se agote cuando se tratan de ediciones limitadas o tiene multitud de seguidores. Pero de forma general, no suele ocurrir este fenómeno de masas consumidoras y los que nos anticipamos a la compra del producto impulsados por la ansiedad de fanatismo, generalmente salimos perjudicados tanto en el aspecto económico como en la edición del producto.

Las novedades suelen tener un precio de salida elevado en comparación con los precios de productos similares. Esto ocurre principalmente en artículos como videojuegos, películas y cds de música, cuya compra está influenciada por la moda. Mientras que los libros y mangas se mantienen durante su periodo de vida al mismo precio, salvo ofertas y promociones exclusivas de cada comercio. Esto nos lleva a plantear si realmente merece la pena comprar por ejemplo un juego de Ps3 a 70 euros cuando dentro de “x” tiempo la diferencia de precio será más que atractiva. Por este motivo, habitualmente esperamos que los videojuegos tengan un precio más asequible a la hora de adquirirlos. También está el mercado de segunda mano en tiendas especializadas, del cual si nos centramos solamente en el campo de los videojuegos tiene precios bastante abusivos, ya que en ciertas tiendas hemos llegado a ver juegos a estrenar más baratos que los de segunda mano, y eso bajo nuestro punto de vista es inadmisible.

En cuanto a la diversidad de ediciones, los libros y dvd´s son los artículos más propensos a este tipo de publicaciones. Cuando un título goza de cierto nivel de éxito, la editorial suele lanzar un formato más económico del producto. Mientras que en otros casos, aprovechan para editar el mismo artículo con una mayor calidad y ofrecer extras de bajo coste como pueden ser marcapáginas, escenas del director, postales, entre otros.

El problema surge cuando existe la incertidumbre de si editarán en un futuro próximo una edición más atractiva para nosotros. Es decir, los consumidores debemos asumir el riesgo de comprar un producto que probablemente, dentro de un tiempo, será más económico o tendrá mejor edición.

Por experiencia, hemos llegado a la conclusión de que según qué artículos es mejor esperar a comprarlos pasado un tiempo desde su estreno, concretamente los dvd´s y videojuegos. El motivo de los videojuegos es básicamente porque en poco tiempo estos artículos suelen tener importantes bajadas de precio y, además suelen tener una larga vida en el mercado hasta que son descatalogados. En el caso de los dvd´s de animes, series y películas, además de bajar de precio, con el tiempo las editoriales suelen publicar box recopilatorios, ediciones especiales, coleccionistas y de lujo más interesantes que las iniciales.

Un claro ejemplo es el que pudimos experimentar cuando compramos por fascículos el anime de Ranma ½ editada por RBA. Una serie pobre en extras, con los capítulos en español censurados y la versión en japonés sin censurar pero sin subtítulos en español. Así que imaginaros nuestra decepción cuando al poco tiempo, Jonu Media presenta esa maravillosa edición de Ranma ½, obviamente no la volvimos a comprar pero sí que nos dio rabia haber sido tan rápidos en adquirir la edición de RBA.

En cambio, otras veces sí nos ha merecido la pena comprar productos como el anime de Nana de Jonu Media, el anime de Death Note de Selecta Vision, la Psp slim Final Fantasy VII Crisis Core y Tomb Raider Anniversary que nos deleitaron con sus extras. Aunque, cabe mencionar que todos ellos eran ediciones limitadas, con lo cual si dejábamos pasar el tiempo, al final podríamos habernos quedado sin ellas.

Por otra parte, el término de edición limitada es más que atractivo para el público pero; realmente, en la mayoría de los casos la tirada que compone esa “edición limitada” es lo suficientemente grande como para abastecer a buena parte de los consumidores. Un claro ejemplo es que aún podemos encontrar en tiendas las ediciones de coleccionistas (limitadas) del anime de Nana y Death Note.

En nuestro caso, compramos ediciones coleccionistas de series y videojuegos que nos apasionan. Mientras que por otros artículos no nos importaría pagar el mínimo, bien porque no lo conocemos lo suficiente o porque no le tenemos tanto cariño. A veces, nos hemos visto condicionados a decidir la compra de algunos artículos de series que apreciamos y finalmente no hemos adquirido por miedo a que en un futuro próximo saliera una edición de lujo. Aunque con ello también corremos el riesgo de, finalmente, quedarnos sin ninguna edición.

La decisión de compra viene determinada por las preferencias de cada persona, mientras que algunos se declinan por las ediciones normales y económicas, otros prefieren las ediciones coleccionistas, limitadas y de lujo, sin importarles pagar un poco más. Y son precisamente aquellas personas que acuden a adquirir el artículo concreto en la fecha de estreno las que cumplen con el perfil de compra de ediciones coleccionistas.

Por ello, a veces las prisas del fan por conseguir su fetiche no son buenas puesto que, al final, acaba fastidiándose al ver cómo salen mejores ediciones de su producto, perjudicando su estimada colección. El ejemplo más claro de esto fue cuando salió a la venta la primera película de El Señor de los Anillos que, en sus extras, anunciaba que próximamente saldría a la venta una edición coleccionista.