Que se mueran los feos

Título: Que se mueran los feos
Título original: Et on tuera tous les affreux
Autor: Boris Vian
Género: Novela
Editorial: Tusquets Editores
Año: 1964
ISBN: 84-7223-973-X
Paginas: 206
Puntuación: 5
Reseña: Rock Bailey, de diecinueve años, se puede considerar como una de las personas más perfectas sobre la faz de la tierra. Es guapo, inteligente, educado y goza de un gran éxito entre las mujeres; sin embargo, su cuerpo sigue unas pautas de entrenamiento muy estrictas y se ha hecho la solemne promesa de no perder la virginidad hasta cumplir los veinte años.

La gran aventura de este californiano comenzará una noche, como cualquier otra, en la que acude a un club, donde ponen buena música, que suele frecuentar gente interesante. Tras varios bailes y escabullirse de insinuaciones sexuales de algunas mujeres, Rock sale del club para despejarse un poco y tomar el aire.

Una vez fuera, apoyado en un coche, un hombre extraño le saluda y le ofrece un cigarro que, cortésmente, acepta. Al cabo de varias caladas, Rock comienza a sentirse invadido por una sensación de mareo que le hace perder el conocimiento.

Al despertar, con un fuerte dolor de cabeza, para su asombro, se encuentra en una cama que no es la suya y como dios le trajo al mundo. Además, no estaba solo, pues una mujer de una perfección indescriptible, también desprovista de alguna prenda con la que cubrirse, le pide a Rock que la bese y haga el amor con ella.

Ante tal proposición, la cual inmensa mayoría de los hombres aceptaría sin dudarlo, a Rock le invade el pánico e intenta huir del lugar. Su reacción enoja a la dama y ésta pide ayuda a dos hombres, vestidos con batas blancas, que ruegan a Rock que copule con esa mujer. Al volver a negarse, los hombres con pintas de científicos locos, recurren a la fuerza y usan una máquina para obtener su esperma. Finalmente, le dieron algo de beber y Rock amaneció abandonado en la cuneta de una carretera.

Así, Rock conocerá al taxista Andy Sigman, el cual lo regresará al club donde todo ocurrió para reunirse de nuevo con sus amigos. Además, presenciarán la extraña muerte de un hombre en una cabina telefónica que Rock relacionará con su secuestro. Finalmente, Gary, uno de sus compañeros periodista de profesión y con buenos contactos con la policía, decide ayudarle a investigar sobre lo ocurrido.

Que se mueran los feos es una novela con grandes dosis de humor, intriga, conspiraciones, algo de acción y abundante sexo. Aunque está considerada como una obra imprescindible, no ha terminado de convencernos. Es entretenida pero no está dirigida a lectores con ganas de reflexionar ante buenos argumentos; quizás sea más acorde para aquellos que busquen algo de diversión con una lectura rápida y sencilla.