Autor: Magnus Dagon
Género: Horror cósmico
Editorial: Saco de huesos
Cubierta: Pedro Belushi
Año: 2018
Origen: España
ISBN: 978-2-490290-06-2
Páginas: 92
Puntuación: 9
Reseña: En el templo de Debod en Madrid, un turista sufre un extraño desmayo y, tras recobrar la consciencia, termina echando en falta su reloj que es una herencia familiar de la que nunca se separa. Su percance será el inicio de una vívida pesadilla sobrenatural, la cual desembocará en la percepción de realidades alternativas que pondrán en juego su cordura y descubrirá una amenaza que hace mucho echó raíces en nuestro mundo, emponzoñándolo. A lo largo de La perversión fractal atravesaremos el velo de nuestra existencia para adentrarnos sin remedio en el de otras formas de vida que pugnan por usar y destruir al hombre en una irrevocable sentencia de muerte.
En cuanto comencé a leer La perversión fractal quedé impactado por todo lo que se comenta del templo de Debod que, ciertamente, es un regalo para la vista pero lo que más me ha llamado la atención ha sido que pasa desapercibido a la hora de ser visitado en su interior. Yo mismo, cuando he estado en Madrid, lo he admirado desde fuera y nunca pensé en la posibilidad de entrar, y es algo que he descubierto gracias a este libro y me ha dado mucha rabia porque, obviamente, después de leerlo os garantizo que si tengo la suerte de volver, haré todo lo posible por acceder al recinto para admirarlo y recrear un poco el inicio de esta aventura de horror propuesta por Magnus Dagon.
El presente título es una novela corta dividida en tres partes bien diferenciadas. La primera es la de mayor peso y hace referencia al eje argumental, consistente en la experiencia del turista dentro del templo de Debod para mostrarnos un terror cósmico a través de las vivencias paranormales que se desatan. La segunda parte la considero más bien un relato, excelente por cierto, íntimamente ligado al worldbuilding de la novela y, finalmente, hallaremos un maravilloso apartado donde sabremos más sobre las entidades de estas realidades alternativas y cómo interfieren en nuestro mundo. Sin duda alguna, un indiscutible broche de oro que me hace intuir que el autor debe tener otros escritos relacionados con este mundo, pues este último apartado no se limita a resumir elementos y significados de algunos términos sino que aporta detalles que podrían convertirse en relatos en un abrir y cerrar de ojos, y vienen presentados como el contenido de un blog vinculado a este mundo tan perverso.
Magnus Dagon opta por un estilo que homenajea a H.P. Lovecraft, aportando una narración con un enfoque muy académico y un alto nivel de lenguaje, algo que resulta asombroso y dice muchísimo de su inconcebible capacidad como escritor y creador, pues además logra un texto muy visual e incluso fluido, cosa a la que el maestro Lovecraft no me tiene muy acostumbrado. Creo que la clave del éxito de la presente novela está en la combinación perfecta entre el argumento, lenguaje utilizado y la narración asemejada a unas memorias o recuerdos, sin diálogos, donde el protagonista se abre al lector y consigue dejarlo en ascuas y sentirse partícipe del mundo de pesadilla. De estos tres elementos que forman un Triángulo de las Bermudas que nos transporta a otra realidad sin remedio, el argumento es el aspecto que me ha enamorado, pues me ha parecido increíble, maravilloso, cautivador y, muy importante, brinda infinitas posibilidades. En mi opinión, esta novela corta podría haberse ampliado y abarcar más vivencias del protagonista inicial hasta que expire su cordura o de otros secundarios que tras descubrir una nueva realidad cambien sus vidas para siempre. De hecho, en base a lo anterior, la segunda parte de La perversión fractal se centra en una de las entidades de otras realidades, pero me he quedado con ganas de saber más de las demás y ver cómo afectan al mundo humano. De cualquier forma, la presente novela está cerrada a la perfección, pero al ver cómo el autor maneja tal arsenal argumental de primera clase me hace pensar que no debería haberse quedado en una novela corta, pues podríamos estar perfectamente ante los cimientos de una novela de culto.
La perversión fractal es la segunda obra que leo de Magnus Dagon, la primera fue Los guardianes errantes y la mencionada en primer lugar es la que más me ha gustado de las dos. Son géneros distintos porque Los guardianes es una novela de corte fantástico mientras que La perversión es de terror, y eso no quiere decir que yo sea más propenso a un género que otro, pues ya sabéis que no suelo encasillarme, pero sin perjuicio a Los guardianes errantes, esta obra simplemente está por encima de todo, es una genialidad que pertenece a otra dimensión a la que os invito encarecidamente a acceder.
En definitiva, La perversión fractal es una lectura que fans de Lovecraft recibirán de buen grado, sorprenderá a apasionados del terror y abrirá nuevas puertas en la mente de lectores acérrimos a otros géneros. Un título que pese a ser muy fluido puede trabarse en quienes buscan un alto dinamismo, ya que carece de diálogos, y para mí ha sido una pieza de coleccionista, un regalo de otra realidad cuya única desventaja es su corta duración.
1 comentario:
Hola gracias por la recomendación pero prefiero enfocarme en mis pendientes, saludos.
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