¡Sí, Señor Oscuro!

Juego de mesa:¡Sí, Señor Oscuro!

Título original: Si, Oscuro Signore!
Género: Cartas, fantasía, humor
Jugadores: 4 a 16 jugadores
Creadores: Riccardo Crosa, Fabrizio Bonifacio, Massimiliano Enrico, Chiara Ferlito

Editorial: Edge Entertainment
Duración: 25 min
Puntuación: 9

Reseña: En un mundo llamado Kragmortha, encarnaremos a unos estúpidos lacayos que han regresado de tierras lejanas con la terrible noticia de haber fallado la enésima misión que les fue encomendada por el venerable Señor Oscuro. Como fieles sirvientes, los lacayos tendrán que dar explicaciones al auténtico Rigor Mortis y justificar con historias inventadas, evasiones, mentiras, acusaciones y lengua viperina por qué fracasó la misión, si no quieren recibir de primera mano la ira desatada del único y verdadero Genio del Mal.

¡Sí, Señor Oscuro! Es un juego de cartas tremendamente divertido donde la inventiva y labia de sus jugadores es su gran baza. Un título cuyo sistema de juego y reglas básicas son bastante sencillas, ya que el contenido está formado simplemente por tres tipos de cartas: Cartas de Excusa, Cartas de Acción y Cartas de Miradas fulminantes del Señor Oscuro. Con estos componentes, se inicia la partida eligiendo al jugador que interpretará el papel del Señor Oscuro y el resto representarán a los inútiles lacayos.

A grandes rasgos, el sistema de juego consiste en que cada lacayo recibe 3 cartas de excusa y 3 de acción, mientras que el Señor Oscuro tendrá en su poder las cartas de miradas fulminantes para utilizarlas en contra de los lacayos cuando el inigualable Maestro del Mal lo considere oportuno. De esta forma, el juego comienza cuando el excepcional Señor Oscuro se dirige a cualquier sirviente y le pide explicaciones sobre la misión fracasada. Asimismo, el lacayo tendrá que justificar su argumento con una carta de excusa, recurriendo a todas sus armas lingüísticas para salir del aprieto e incluso pasarle la ira del Señor Oscuro a otro jugador. Sin embargo, su excelencia el Señor del Mal tiene la palabra absoluta, no aceptará insultos, excusas baratas ni patrañas aburridas, así que los lacayos se encontrarán en un constante estado de tensión porque en cualquier momento pueden recibir una Mirada fulminante con la desaprobación de su eminencia el Señor del Mal.

Básicamente, ¡Sí, Señor Oscuro! es un juego de interacción y comunicación donde se va narrando una historia que puede extenderse tanto como quieran sus jugadores. Una historia rebosante de humor en la que sus jugadores pueden recurrir a argumentos insólitos, evadir sus responsabilidades echándole el marrón a otro, exagerar su profunda adoración y respeto por el Señor del Mal, chillar si es necesario, cambiar el tono de voz para interpretar a la perfección su papel, expresar con muecas su asombro o, incluso, disfrazarse para la ocasión. Sin duda, es un juego que ofrece posibilidades infinitas y cada partida puede ser diferente, según vaya interactuando cada personaje.

Aunque no hemos jugado muchas veces, nuestra experiencia con el juego ¡Sí, Señor Oscuro! ha sido muy positiva porque tuvimos la oportunidad de jugar con mucha gente y nos reímos muchísimo con las excusas tan desternillantes e inverosímiles de nuestros compañeros. Es un juego cuyo desarrollo depende de sus jugadores y principalmente de su elocuencia y verborrea, así que cada partida puede ser única y, por tanto, favorece a que te apetezca volver a jugarlo otra vez. Las partidas tienen una duración media y, de hecho, también está en la mano del Señor Oscuro poder cambiar de tema cuando le plazca, así que si la partida empieza a ser aburrida, nuestro magnánimo Señor del Mal podrá poner fin a esta desavenencia con su mirada fulminante.

No obstante, aunque ¡Sí, Señor Oscuro! brilla por ser un juego libre y de interpretar papeles divertidos, también hay que tener en cuenta el perfil de sus jugadores, ya que es un juego pensado para gente abierta, habladora y ocurrente. Los jugadores son los que van creando la historia con sus explicaciones, así que cuanto más se profundice en una guerra dialéctica más divertida será la partida. Por tanto, una partida con jugadores que hablen poco, sean tímidos y tengan escasa creatividad, lógicamente sería aburridísima.  

En definitiva, ¡Sí, Señor Oscuro! Es un juego de cartas divertidísimo en el que cada jugador interpreta un rol utilizando el arte de la guerra dialéctica y la picaresca. Un juego de humor con multitud de historias diferentes en el que no hay ganadores, solo perdedores.