El largo viaje a un pequeño planeta iracundo

 

Libro: El largo viaje a un pequeño planeta iracundo
Título original: The Long Way to a Small, Angry Planet
Saga: La Peregrina #1
Autora: Becky Chambers
Traducción: Alexander Páez
Género: Ciencia Ficción
Editorial: Insólita Editorial (enero 2018)
Año: 2014
Origen: EEUU
ISBN: 978-84-947020-4-4
Páginas: 502
Puntuación: 9

Reseña: Rosemary es una humana procedente del planeta Marte que para huir de su pasado consigue trabajo en la Peregrina, una nave dedicada a la creación de agujeros negros con los que facilitar el transporte espacial a otras embarcaciones. Su trabajo a bordo de la Peregrina le parece ideal para olvidarse de su vida anterior y pasar página con sus nuevos compañeros, pero no debe subestimarse al pasado, pues siempre regresa. A lo largo del libro, mientras la Peregrina realiza encargos, viaja, sufre percances inesperados y se reabastece, conoceremos a su pequeña tripulación, ahondando en sus respectivas vidas. El resultado es un libro precioso y cautivador, gracias a su impresionante ambientación y el interés que lo cotidiano suscita a bordo de la nave.

Estamos ante un título de ciencia ficción y, por ello, los acérrimos a este género pueden tener una idea preconcebida de que sea complicado de entender, y sobre este asunto quiero comenzar, pues es un libro muy diferente dentro del género, ya que no se torna complicado ni ilegible y proporciona una lectura muy adictiva. En este aspecto veo necesario aclarar que posee algunos términos de ciencia ficción, pero gracias a la interacción entre personajes, se explica cualquier aspecto de una forma sencilla, natural y enriquecedora. Becky Chambers realiza una actuación brillante al aprovechar que Rosemary comience a formar parte de la tripulación como administrativo, una profesión poco científica, y por ello sus conocimientos de los trabajos que realiza la Peregrina sean muy escasos. La autora utiliza esta oportunidad de oro para que los propios compañeros de Rosemary se encarguen de resolverle cualquier duda técnica que le surja y que, obviamente, coincidirán con las de cualquier lector.

Pero tampoco penséis que estamos ante un libro puramente técnico con explicaciones bien encajadas. Orbitando sobre la ambientación expuesta y con un estilo magistral, conoceremos mejor a la tripulación de la Peregrina, ahondando en la vida de cada uno de ellos y no únicamente en Rosemary. Los personajes son alucinantes y definidos con una inusual naturalidad y fluidez, sin tratarse de una novela coral, pues las propias interacciones entre los personajes se encargan de profundizar en ellos, con sus historias, pensamientos y sentimientos.

Aunque existen partes narrativas, los diálogos entre los personajes saben despertar nuestro interés y, de hecho, gracias a los mismos obtendremos una lectura ágil a la par que nos aportan algunas explicaciones de términos que desconozcamos como, por ejemplo, saber cómo crean un agujero negro o, simplemente, profundizar en la vida de los personajes y hacernos una idea de cómo se llevan entre ellos.

Todos los personajes, sin excepción, son alucinantes. Desde el propio capitán de la nave hasta el tripulante más mezquino, pasando por la simpática Inteligencia Artificial que a todos obedece. Entre todos han sabido transmitirme alegría, pena, cariño, sensualidad y frialdad, y me ha encantado ver una tripulación que aún con sus defectos, virtudes y choques personales, gracias a su capitán resulta bien cohesionada y, mientras disfrutaba de este libro, pensaba que se encontraban en un ambiente de trabajo que muchos querríamos disfrutar.

La única objeción que puedo aportar acerca de este libro sobresaliente es que una vez que conocí el pasado de Rosemary, aun siendo impactante dentro del contexto del libro, tampoco me parecía como un secreto para querer llevarse a la tumba. Aquí debo reconocer que la mayoría de las historias personales del resto del elenco me parecieron mucho más interesantes.

Como bien he indicado al inicio, el desarrollo de la historia no se lleva en exclusiva a bordo de la Peregrina, pues viajarán a otros planetas, naves y zonas mientras conocemos más de ellos, de la propia nave y de las razas. Tampoco penséis que los pocos tripulantes de la nave son humanos y, mucho menos, de La Tierra. A lo largo del libro se explicará cómo los humanos llegaron a ser reconocidos por otras razas como seres sapientes y las migraciones que estos realizaron cuando su planeta estaba en pleno declive. Las razas que aparecen además de las humanas son de lo más variopintas y, de hecho, algunas de ellas las conoceremos mejor porque tres tripulantes de la Peregrina no son humanos.

El estilo narrativo utilizado por Becky Chambers es de alto nivel con un acertado uso de la tercera persona, ideal para los cambios de puntos de vista entre personajes y en la interacción entre los mismos. El peso fundamental del libro está constituido por la vida de la pequeña tripulación de la Peregrina y gira en torno a un largo viaje que realizan al aceptar un trabajo. Algunos acontecimientos se encargarán de ofrecernos subtramas muy interesantes que abarcan situaciones que puedan darse en una nave espacial pero, no por ello, penséis que vais a encontrar una novela galáctica cargada de batallas.

El largo viaje a un pequeño planeta iracundo es un libro de ciencia ficción que cualquier lector puede asimilar sin dificultades y ofrece una lectura sin igual, rebosante de imaginación donde podremos disfrutar lo indecible con una ambientación muy cuidada, razas existentes y, por supuesto, la vida de una pequeña y heterogénea tripulación a bordo de una nave espacial dedicada a la creación de agujeros negros. Es uno de esos libros que nunca olvidas, aún transcurrido muchos años de su lectura. Es la mejor lectura que llevo de año y no puedo hacer otra cosa que recomendarla a no ser que busquéis un libro bélico con ambientación estelar.