Película: Thirst
Título original: Bakjwi
Director: Park Chan-wook, Seo-Gyeong Jeong
Guionistas: Park Chan-wook, Lee Jae-sun, Lee Mu-yeong, Lee
Yong-jong
Intérpretes: Song Kang-ho, Kim Ok-bin, Shin Ha-kyun, Kim
Hae-sook, Park In-hwan, Oh Dal-su, Song Young-chang, Mercedes Cabral, Eriq
Ebouaney
Nacionalidad: Corea
Género: Terror
Año: 2009
Duración: 133 min.
Puntuación: 3
Reseña: Sang-Hyun
es un sacerdote coreano que viaja a África para ayudar a los infectados de un
virus letal. Sang-Hyun acaba contrayendo dicha enfermedad por la que fallece
aunque, curiosamente, resucita gracias a una transfusión de sangre que recibió
en su intervención quirúrgica final.
Sin embargo, el renacimiento del sacerdote le depara una
vida diferente a la que llevaba anteriormente pues, tras su milagrosa
recuperación, se esconde algo oscuro: su conversión a vampiro. Mientras
experimenta cambios en su cuerpo y hábitos alimenticios, Sang-Hyun decide
regresar a Corea, donde su fama de sanador le llevará a conocer a la bella Tae-Ju.
Últimamente no acertamos con el cine oriental, ya que las
películas que seleccionamos no están siendo de nuestro agrado. Obviamente, la
culpa es nuestra por no saber elegir, pero, a veces, nos dejamos llevar por las
opiniones o popularidad de algunas películas y acabamos cayendo en el error de
sobrevalorarlas. Con Thirst nos ha pasado exactamente eso, primero fue la
controversia que generó su cartel por ser censurado y, posteriormente, las
críticas la apuntaban como una película destacable, sobre todo por estar
dirigida por Park Chan-wook (Sympathy for Mr. Vengeance, Old Boy) e
interpretada por Song Kang-ho (Sympathy for Mr. Vengeance, The Host).
En primer lugar, la historia de un sacerdote que se
convierte en vampiro y, pese a su condición, decide continuar ayudando a los
más necesitados es un punto de partida algo extraño y sin mucho fundamento. No
obstante, la evolución de la historia no toma un camino tan interesante como
esperábamos, ya que sexo, sangre y locura quedan remarcados por encima de una
línea argumental paupérrima y predecible.
En cuanto al apartado técnico, nos ha gustado que Thirst
contenga escenas cuidadosamente trabajadas, tanto por sus planos visuales como
por su ambientación. Sin embargo, los efectos especiales dejan mucho que
desear, especialmente cuando los vampiros ejecutaban increíbles saltos, lo que
se materializaba en escenas mediocres.
En definitiva, Thirst es otra película coreana más de terror
que podemos pasar por alto. Un pudo ser y
no fue que cuenta con algunos
elementos prometedores pero que cayeron en picado a causa de la evolución de la
historia, la falta de escenas de miedo y la poca conexión que hemos tenido con
los personajes.
3 comentarios:
Vaya, me he quedado chof, ya que tenía ganas de verla...
Al menos ahora ya no iré con las espectativas tan altas, gracias por el comentario :)
Con esa puntuación y reseña... va a ser que no la veré >_<
Pues parece original, pero por cómo la comentáis se me quitan las ganas. Así que pasaré de esta película.
¡Saludos!
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