Castlevania Lords of Shadow

Videojuego: Castlevania: Lords of Shadow

Título original: Castlevania: Lords of Shadow

Género: Acción, aventuras

Idioma: Inglés subtitulado al castellano

Jugadores: 1

Modo online: No

Año: 2012

Desarrollador: Mercury Steam

Distribuidor: Konami

Plataforma: Ps3

Disponibilidad de Trofeos: Sí

Resolución: 1080pp

Duración: Media

Jugabilidad: Alta

Puntuación: 6,5

Reseña: Ambientado en una ficticia Edad Media, Gabriel Belmont es un caballero que pertenece a la Hermandad de la luz, cuya misión es luchar contra los Señores Oscuros. Tras morir su esposa, Marie, acude al Guardián del Lago para tratar de resucitarla, el cual le informará que para conseguir su objetivo necesita recolectar los fragmentos de una máscara, luchando contra las fuerzas del mal y los Señores Oscuros en su largo recorrido.

Antes de comenzar a opinar sobre este videojuego, es oportuno aclarar que ésta ha sido nuestra primera incursión en la saga Castlevania, con lo cual las comparaciones y referencias con otros títulos de la franquicia no tendrán cabida en esta reseña. Nunca hemos jugado a ningún otro Castlevania y, por ello, nuestra opinión se basa en este juego de forma individual.

El sistema de juego de Castlevania: Lords of Shadow podemos catalogarlo como sencillo, ya que el protagonista comienza con un crucifijo equipado con una cadena que permite, únicamente, dos movimientos  a través de dos botones. A medida que avanza el juego, este arma se podrá mejorar con nuevas habilidades, así como desbloquear combos de ataque.

Otra de las cualidades que ayudan a Gabriel en el campo de batalla son los poderes especiales que irá recopilando durante el juego; como la magia luminosa y la magia oscura, vitales para avanzar en la historia y de gran ayuda en los enfrentamientos. Además, el pequeño arsenal compuesto de dagas, agua bendita, hadas mágicas y cristales de poder al que se podrá acceder supondrá una gran ventaja táctica si se usa correctamente en las batallas. Por lo anterior, el dominio para ejecutar los distintos ataques y la rapidez de acción de cada jugador, son las piezas claves que determinan la dificultad de este juego que, en nuestro caso, ha sido factible, salvo en algunas batallas que hemos tenido que repetir un par de veces.

En cuanto a los puzzles y recolección de gemas, hemos de admitir que nos ha recordado muchísimo a los de God of War por sus resoluciones y localizaciones, respectivamente. Cualquiera que haya jugado a God of War intuirá dónde buscar para encontrar las gemas dispersas por el juego; derribando muros y explorando en las zonas más recónditas. En cuanto a los puzles, el juego nos ofrece la opción de resolverlos sin recibir recompensa alguna pero, bajo nuestro punto de vista, son tan sencillos que no merece la pena perder el premio.

El diseño de las fases y la ambientación se caracterizan por un aire tétrico que va en perfecta sintonía con la historia y el desarrollo del juego. En cuanto al bestiario, también sigue la misma línea oscura con variados monstruos como licántropos, goblins, chupacabras, trolls, mandrágoras, arañas, vampiros, titanes y jefes finales, entre otros. Cabe hacer mención especial a los titanes, cuyo enfrentamiento nos ha recordado a Shadow of the Colossus pues, al igual que ocurría en el popular videojuego de ps2, en Castlevania hay que trepar por el cuerpo del titán en movimiento, el cual no dudará en defenderse y zarandear su cuerpo para hacernos perder el equilibrio mientras atacamos en los distintos puntos débiles localizados en su cuerpo.

Si nos paramos a pensar, el juego en sí está bastante bien pero, entonces, ¿por qué no ha sido capaz de entusiasmarnos? La respuesta está en su falta de originalidad. Tras jugar a grandes títulos de acción en tercera persona, principalmente God of War, pocas novedades nos ofrece esta entrega de Castlevania. La cámara fija es un verdadero incordio en más de alguna ocasión, los momentos de exploración con ayuda de la cadena son totalmente inmanejables y, aunque el diseño general y la ambientación son sublimes, los detalles gráficos de los personajes (el rechoncho rostro de Marie y el diseño de Gabriel con vestimenta cel shading y pelo de fregona tiesa) no termina de convencernos.

Como conclusión, consideramos que Castlevania se trata de un videojuego al que le falta originalidad porque sus aspectos más destacables: ataques, movimientos y exploración, ya los hemos visto en otros grandes como God ofWar y Shadow of the Colossus. Hemos disfrutado jugando pero su historia no ha sabido cautivarnos. Tal vez, lo único que ha merecido la pena de este título ha sido el minijuego del ajedrez vampírico, al que no han sabido sacarle el suficiente provecho con una inútil inteligencia artificial del rival.

Por todo lo anterior, pensamos que Castlevania es idóneo para aquellos que busquen un título con el que machacar los botones mientras observa deliciosos paisajes, combate contra las fuerzas del mal y presencia una sufrida historia de amor. Recomendable para aquellos que sienten afinidad por títulos del estilo de God of War, pero advertimos que las comparaciones son odiosas.