Máquinas mortales

Libro: Máquinas Mortales
Saga: Máquinas mortales 1/4
Título original: Mortal Engines
Autor: Philip Reeve
Traductor: Federico Eguíluz
Ilustración de la cubierta: David Buisán
Género: juvenil, fantasía, ficción, steampunk, distopía
Editorial: Alfaguara (Octubre 2017)
Año: 2001
Origen: UK
ISBN: 978-84-204-8628-4
Páginas: 365
Puntuación: 6

Reseña: Ambientado en un futuro distópico y matices steampunk, en Máquinas mortales hallaremos ciudades móviles que se desplazan por el mundo en busca de otras menores, para devorarlas y obtener sus recursos, mientras evitan cualquier encontronazo con ciudades más poderosas. Cuando Londres consigue engullir una presa de la que llevaba un tiempo siguiendo la pista, la joven Hester se infiltra en la ciudad para cometer un terrible asesinato, siendo aplacada por el aprendiz de historiador Tom. Como resultado, ambos caerán al terreno donde circulan las ciudades, quedando totalmente desprotegidos y a merced de su suerte.

Desde el inicio del libro nos sumergiremos en el darwinismo municipal por el que las ciudades móviles se devoran unas a otras, centrándonos en la ciudad de Londres. Sus ciudadanos conciben la ingesta de ciudades como un acto natural y estrictamente necesario para el progreso de su ciudad. También podremos conocer la jerarquía londinense, encabezada por el alcalde, y apreciaremos las diversas profesiones fundamentales de sus habitantes, agrupadas por gremios.

El argumento inicial de Máquinas mortales me atrajo desde el primer instante, pareciéndome tan original que lo concebí como un libro con mucho que ofrecer a sus lectores y sorprenderlos constantemente. En cuanto Hester y Tom caen por la borda de Londres, sus vidas corren un gran peligro y no dejaba de preguntarme cómo podrían sobrevivir. Pero la supervivencia no es la temática principal de este libro, pues también trata otros asuntos como la venganza, la amistad, la fuerza de voluntad y la ruptura con nuestras creencias.

Philip Reeve opta por una narración en tercera persona del pasado, bajo el punto de vista de varios personajes. Aunque su mayor peso está soportado por los dos protagonistas principales, Hester y Tom, también encarnaremos a otros del bloque antagonista. Gracias a este enfoque se obtiene una historia enriquecida con acontecimientos que giran en torno a la trama principal, aportando información globalizada y un gran dinamismo. En mi opinión, algunos de los protagonistas aportan gran parte del enfoque juvenil que caracteriza la novela, lo cual considero un aspecto muy positivo, pues de esta manera podremos apreciar con mayor facilidad la madurez y evolución personal que experimentan. En cambio, la evolución de otros personajes más adultos no termina de convencerme y la veo un poco insulsa y hasta precipitada. 

Últimamente en mis reseñas suelo analizar la diferencia entre peso narrativo y diálogos, porque estos últimos agilizan mucho la lectura. Aunque se aprecia una preponderancia narrativa, la considero necesaria para que avance la historia; además, este peso narrativo está respaldado por un lenguaje de un nivel lo suficientemente adecuado para no recargar el texto.

Pese a la brillante idea en torno a la que orbita Máquinas mortales, debo confesar que algunas partes del libro me han resultado un poco pesadas, frente a otras tremendamente adictivas. Este desequilibrio ha generado grandes altibajos en el interés inicial que me suscitaba el argumento, pues pienso que el libro no ha terminado de estar a la altura de su idea principal de darwinismo municipal o, simplemente, cometí un error al preconcebir una idea errónea del libro que no resultó ser del todo lo que me esperaba. En 2018 se estrenará en el cine la homónima película, producida por Peter Jackson, al que todos conocemos por ser el director de películas como El Señor de los anillos y El Hobbit. Estoy muy contento de haber leído este libro porque tengo mucha curiosidad por ver su adaptación y comprobar la fidelidad que mantenga al libro, la propia interpretación que se realice del mismo o, quien sabe, descubrir detalles que haya pasado por alto en mi lectura.

Máquinas mortales es el primer libro de una serie de novelas que destaca por su argumento tan original que me ha cautivado por completo, donde ciudades se devoran entre ellas, bajo la doctrina del darwinismo municipal. La filosofía de este libro me recuerda al capitalismo, donde el pez grande se come al pequeño, para hacerse cada vez mayor, hasta que no quedan más peces que devorar y no tiene más remedio que morir de hambre o devorarse a sí mismo. Si buscas una distopía de corte juvenil, matices steampunk y una base de infarto, Máquinas mortales con su darwinismo municipal es tu libro.