El hombre de tiza

Libro: El hombre de tiza
Título original: The Chalk Man
Autora: C.J. Tudor
Traducción: Carlos Abreu
Género: Novela negra, Thriller
Editorial: Plaza & Janés (mayo 2018)
Año: 2018
Origen: EEUU
ISBN: 9788401019814
Páginas: 352
Puntuación: 7

Reseña: Cuando Ed era un niño solía jugar con sus tres mejores amigos a dejarse mensajes secretos con dibujos de tiza. A raíz de ese juego ocurrieron en el pueblo una serie de acontecimientos que desembocaron en una gran tragedia. En la actualidad, Ed continúa viviendo en su pueblo natal y trabaja como profesor en un instituto llevando una apacible vida. Sin embargo, una carta firmada por el hombre de tiza removerá viejos recuerdos.

Narrado en dos épocas, pasado y presente, El hombre de tiza arranca con una historia envuelta en un misterio absorbente que el lector no puede parar de leer. Un título que recuerda al suspense de It y al sabor ochentero de películas de aventuras como Los Goonies, pero con una trama que brilla por sí sola gracias a la historia tan adictiva y las sorpresas que nos tiene preparadas su autora. 

En referencia a la historia, todo comienza a raíz de que el protagonista recibe una carta firmada por el hombre de tiza, un pseudónimo de alguien que le hará recordar una parte de su infancia algo difusa que lo marcó de por vida. Alternando capítulos del pasado y presente, vamos a conocer de primera mano la infancia de Eddie, su familia, amigos y ciertos acontecimientos demoledores desde el punto de vista de un niño. Aunque también iremos conociendo al Ed del presente, un profesor soltero que comparte piso con una joven para repartir gastos y con un pasado doloroso que ha preferido dejar en el olvido.

En mi opinión, el argumento de este libro es sencillo pero totalmente adictivo porque su autora sabe utilizar muy bien los tiempos a la hora de revelar los acontecimientos más importantes y sembrar la intriga. Además, se trata de un viaje a los recuerdos más íntimos y duros de la infancia pero también momentos divertidos e inolvidables de un grupo de chicos muy unidos que, lamentablemente, quedaron marcados por una serie de sucesos que cambiaron sus vidas. De hecho, durante la historia ocurren ciertas escenas que no esperaba pero también me encantó la añoranza que siempre despiertan los recuerdos felices de la infancia como ir a una feria, jugar con los amigos o hacer travesuras.

Como novela negra, me ha sorprendido muy gratamente porque no es el típico caso de investigación policíaca, sino una historia personal narrada con cierto aire nostálgico y misterioso que trata de resolver el asesinato que marcó la infancia de nuestro protagonista. Una historia donde su autora utiliza muy bien los tiempos para revelar acontecimientos importantes como la identidad del hombre de tiza o la aparición e identidad del cadáver. Además, la recreación de la historia goza de una ambientación donde se palpa la intriga y hace uso de cliffhangers en los finales de capítulos. Personalmente, me encanta cuando se alternan capítulos del pasado y presente, ya que cuando se hace una revelación importante, tienes que esperar a leer el capítulo del presente para continuar leyendo lo que ocurrió en el pasado. Indudablemente, este estilo narrativo facilita la intriga y el misterio y, en este caso, C.J. Tudor ha sabido utilizarlo con gran maestría.

En cuanto a la resolución del caso, El hombre de tiza me ha mantenido totalmente enganchada porque seguía atentamente las pesquisas y, aunque podía imaginar algunas revelaciones, a grandes rasgos creo que es algo complicado adivinar cada detalle y cabo suelto de los interrogantes que se arrojan a lo largo del libro. No obstante, el gran acierto de esta obra ha sido el uso de los tiempos, ya que considero que la autora ha logrado atraparme precisamente por revelar hechos en el momento adecuado y mantener la tensión e intriga durante todo el libro. Aunque también es preciso aclarar que el final me ha parecido algo precipitado y hubiera preferido que se profundizara más en las revelaciones.

En las novelas negras para mí es muy importante que el elenco tenga una media óptima, ya que cuando son pocos personajes los sospechosos suelen centrarse en un círculo muy reducido, mientras que si hay demasiados, considero que es imposible acertar quién es el culpable. En El hombre de tiza, el número de personajes no es demasiado amplio pero, debido a la resolución, considero que es bastante acertado. En cuanto a personalidades, Eddie niño me ha enternecido por su inocencia pero Ed como adulto me ha parecido un hombre vacío, sin ambiciones, conformista y algo raro. Y del resto, me ha ocurrido lo mismo, he empatizado más con los personajes del pasado por ser niños que con los del presente, ya que los adultos me despertaban más sospechas y desconfiaba de todos ellos.

Narrado en primera persona por Ed, C.J. Tudor ha conseguido convencerme con su escritura y ambientación pero, sobre todo, con el orden cronológico de su historia, ya que considero que ha sido un punto clave para que El hombre de tiza deslumbre con su intriga. 

En definitiva, El hombre de tiza es una novela con una ambientación de suspense y misterio que consigue sorprender al lector por sus acontecimientos de impacto. Un libro que no necesariamente gustará a los adeptos del género, ya que no es el típico caso policial ni thriller sino una historia más personal y centrada en los recuerdos, la nostalgia y el subconsciente de un niño que quedó marcado por una serie de acontecimientos durante su infancia.