Érase una vez una princesa que se salvó sola

Libro: Érase una vez una princesa que se salvó sola

Autora: Sara Cano

Ilustradores: Agustina Guerrero, María Hesse, Ana Santos, Aitor Saraiba, Naranjalidad, Lady Desidia, Laura Agustí, Elena Pancorbo, Amaia Arrazola y Alex de Marcos

Género: Ilustrado, relatos, feminista

Editorial: Nube de tinta (febrero 2019)

Origen: España

ISBN: 9788417605230

Páginas: 64

Puntuación: 8

Reseña: Estamos ante un recopilatorio de diez cuentos protagonizados por niños y niñas que nos invita a reflexionar sobre igualdad, derechos humanos y responsabilidad. Además, cada relato viene ilustrado por grandes artistas españoles que con sus grandes aportes han logrado crear un libro espectacular.

Siguiendo la misma estela de su hermano mayor El futuro es femenino, Érase una vez una princesa que se salvó sola recoge diez relatos con una finalidad muy concreta; informarnos y reflexionar. Debemos abrir nuestras mentes y ser conscientes de que no podemos permitir muchas situaciones que ocurren a menudo y le damos total normalidad. En El futuro femenino las historias estaban más centradas en la mujer y la desigualdad, pero en esta novela se han incluido temas más variados como el racismo, la homosexualidad o el acoso escolar.

Como cualquier antología, aquí hay algunos relatos que me han impresionado más que otros, pero en general me ha encantado porque aborda temas muy interesantes y está contado desde el punto de vista de niños pequeños. Por ello, es más fácil encariñarte con sus protagonistas, empatizar con sus historias y sentir impotencia por las injusticias que experimentan estando en una etapa tan inocente como la infancia.  

Los relatos que me han llegado directos al corazón son Helado agridulce, El diario de Olivia y Nenaza porque me he sentido identificada o me recuerdan a vivencias de personas cercanas. En Helado agridulce somos partícipes de los insultos que recibe la protagonista por estar gorda. El diario de Olivia nos cuenta cómo la joven se enamora de varios chicos y lo plasma en su diario, el cual caerá en malas manos y servirán de burla. En Nenaza se vive un episodio de bullying. 

El resto de relatos también me han gustado porque tienen su parte reflexiva y muchas situaciones me han generado rabia por las injusticias de una sociedad que permite ciertos comportamientos. Sin embargo, cada relato aporta su particular moraleja y me ha maravillado esa inyección de positividad que transmite, puesto que todos concluyen con un gesto de apoyo y sororidad. Este mensaje me parece muy necesario porque son situaciones que ocurren a diario y no sólo en el colegio, también en el trabajo, en casa y en nuestro propio entorno. Con este libro se pretende hacer una denuncia social de dichas situaciones cotidianas para que tomemos conciencia y reflexionemos, pero también para aprender a tender una mano amiga y tomar cartas en el asunto cuando presenciamos una injusticia.

Cada relato viene acompañado por una ilustración que ocupa dos carillas y refleja a la perfección la historia que nos acaban de contar. Los dibujos son una delicia visual, a la par que evocadores por la sensibilidad que transmiten sus expresiones, el uso de colores alegres y la delicadeza del mensaje que pretenden transmitir.

Érase una vez una princesa que se salvó sola me ha encantado por sus ilustraciones e historias, pero sobre todo por su componente reflexivo. Considero que es un libro que todos deberíamos leer para impulsarnos a cambiar el futuro y así evitar que nuestros hijos tengan que vivir estos episodios tan desagradables e injustos. Además, cada relato concluye con frases maravillosas dignas de enmarcar que nos recuerda que somos libres, debemos hacer lo que nos de la gana y por supuesto que somos capaces de salvarnos solas.

En definitiva, estamos ante un recopilatorio de relatos que transmiten emociones, sentimientos de rabia y positividad. Una novela que invita a reflexionar sobre la desigualdad y los derechos humanos, pero también sobre tolerancia, respeto y sororidad. 

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