martes, julio 30

Entrevista a Joe Alamo, autor de John Harper: Fuego

martes, julio 30

No os lo vais a creer. Ahora mismo estoy en el JJ, uno de los mejores clubes de jazz, blues y soul. Un trompetista está en el escenario tocando un solo impresionante. Nunca he visto nada igual, y eso que me ha costado la misma vida entrar porque dos gorilas, enormes como ellos solos, me invitaron a volver a casa en cuanto puse un pie dentro. Menos mal que había quedado con Joe Álamo que con un gesto desdeñoso les indicó que me dejaran pasar. Y aquí estoy, amigos, ¡¡entrevistando a Joe Álamo!! ¿Os lo podéis creer? Autor muy conocido por Tom Z Stone, entre otras obras, y su más reciente, John Harper: Fuego.

Qué bueno estar contigo, Joe y poder entrevistarte. Muchísimas gracias por hacerme un hueco en tu agenda. Ahora mismo llamo a la camarera y le pido unos rippers para que vayamos calentando motores.

¿Rippers? Cuidado no vayas a perder la cabeza nada más empezar.

Sin más preámbulos, y ripper en mano, brindamos y ¡comenzamos!

En primer lugar, vamos a conocerte un poco más. Tengo entendido que naciste en Reino Unido. ¿Cómo acabaste en España?
No fue cosa mía, lo juro. Mis padres emigraron allí y cuando yo contaba nueve años y era de los más “British”, decidieron volver a España. Eso fue allá por el 70... Justo cuando se separaron los Beatles, aunque se lo atribuyeron a Yoko.

¿Es cierto que comenzaste a escribir con 45 años? ¿Qué te impulsó a ello?  
Que tenía algo que contar, diría yo. Es curioso porque hasta ese momento apenas había escrito algún cuento para mis sobrinos y poco más. De pronto se abrió una puerta a la creatividad y no he dejado de escribir desde entonces.

¿Es un milagro que las editoriales apuesten por un escritor tardío?
Los milagros no existen. Las editoriales son un negocio, como no puede ser de otra manera, y apuestan por aquello que creen que resultará económicamente rentable. Es cierto que existen algunas editoriales, sobre todo pequeñas, a las que mueve un sentimiento más altruista, aparte del económico. En ese sentido, quiero mencionar a Cazador de Ratas y a la desaparecida editorial AJEC y Apache.

Además de escritor, también eres profesor. ¿Puedes decirnos de qué asignatura y nivel?
Soy profesor privado de inglés. Doy inglés a todos los niveles y edades y condiciones, excepto si eres psicópata.

Esto me suscita más preguntas, ¿saben tus alumnos que eres autor de género? ¿Han leído algún libro tuyo?
Sí. De hecho, algunas de mis obras se han leído en institutos y me sorprende agradablemente la capacidad que tienen para ir más allá del argumento obvio y captar otras implicaciones de la historia. También he impartido algún taller literario y es de lo más refrescante porque los críos conservan la capacidad de pensar “fuera de la caja”.

Pero resulta que también eres traductor. Yo mismo he leído dos traducciones tuyas de El elfo oscuro. ¿Has traducido a más autores? ¿Cuál es tu favorito?
Sí, he traducido a gente a la que admiro profundamente, como Neil Gaiman, HG Wells, Dickens, Orson Scott Card y... Tolkien. Si no hago nada más, el haber traducido al creador de El Señor de los Anillos me bastaría... Pero pienso hacer más, vaya.

Ahora pasemos a hablar de tus obras Tom Z Stone y John Harper: Fuego. Perdona pero mi pensamiento fan me puede: ¿cómo se llevarían los personajes John Harper y Tom Z Stone si se conocieran? ¿Serían compatibles para trabajar juntos?
No eres la primera que me hace la misma pregunta. Creo que no. Son personajes que se llevarían bastante mal entre sí, son excesivamente egocéntricos. Funcionan bien por separado, pero dudo que lo hiciesen juntos.

Tom Z Stone y John Harper: Fuego son de lectura ágil, fluida y divertida, con diálogos muy equilibrados con las narraciones. ¿Has escrito siempre así? ¿Cómo ha evolucionado tu estilo a lo largo de tu trayectoria?
Siempre he buscado escribir lo que me gusta leer y eso significa agilidad. Un ritmo casi cinematográfico. Que sea muy visual. Supongo que he evolucionado, al decir de mis fans (Hola, Mamá y Papá!) cada novela está mejor escrita que la anterior. Espero que sea así.

Ahora vamos a por John Harper: Fuego. ¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué al protagonista le otorgaste el don del fuego y no otro como, por ejemplo, el de la tierra?
El motivo de atribuirle el poder del fuego es porque me fascina y asusta por igual. Los seres mitológicos o literarios con ese poder siempre han ejercido una atracción singular sobre mí.
Una noche soñé con un personaje envuelto en llamas; no fue un sueño agradable, aunque de alguna forma supe que el fuego no quemaba a la persona que estaba en su interior. El tema me obsesionó hasta que di con John.

Me encanta la musicalidad del nombre y apellido del protagonista, ¿Lo elegiste por alguna razón?
Harper fue por el detective Lew Archer, al que cambiaron el apellido por Harper cuando fue interpretado en el cine por Paul Newman; y John porque “sonaba” bien. Me costó bastante dar con el nombre e hice una lista interminable de candidatos hasta llegar al definitivo.

¿Cómo fue el proceso de creación de esa portada tan original de la mano de Eva Olaya?
La idea fue totalmente de Eva. Ella había leído la obra para evaluar su posible publicación, y por lo que me comentó, le gustó mucho. Imagino que eso tuvo que ver con la magnífica portada que creó.

¿Tenías pensado John Harper de principio a fin antes de ponerte a escribir?
En este caso, tenía la mayor parte de la obra pensada de antemano. Al menos, la trama principal, aunque es cierto que luego hubo cambios. Uno de los más relevantes se produjo cuando abordé el personaje de Lola. Iba a ser la simple dueña de un restaurante y amiga de la víctima cuyo asesinato investiga Harper, y se convirtió en un personaje mucho más potente. Me encanta Lola, es el tipo de personaje que cobra vida propia. Ya me ocurrió con Mati en Tom Z Stone.
Por otra parte, soy escritor más de brújula que de mapa y, aunque entiendo que es conveniente “planificar” el viaje, es mucho más excitante ir descubriendo nuevos territorios sobre la marcha.

¿Existen realmente los rippers, la popular bebida del JJ? ¿Cuáles son sus efectos ante un bebedor poco habituado?¿Cuál sería su sabor?
Ripper por Jack el Destripador, aunque ripper no es destripador, es más bien “desgarrador” o “rasgador”. Como en teoría la bebida “desgarra” las entrañas, le puse ese nombre. No la he probado, lo reconozco. Tendré que hacerlo. ¿Te animas?

¿Hay guiños a otras obras tuyas dentro de John Harper?
En esta novela apenas hay guiños o huevos de pascua, al contrario que en Tom Z Stone. Uno de los pocos es el inspector Finch que homenajea a Atticus Finch, protagonista de la novela Matar un Ruiseñor, uno de mis libros de cabecera. Algún nombre hay dedicado a gente cercana a mí, pero eso me lo reservo.

La música está muy presente en John Harper. ¿Cuál es tu género musical preferido? ¿Algún grupo o cantante en especial?
Uf... Uf. Si tuviera que elegir obligatoriamente un grupo o cantante, serían Los Beatles, sin duda. Pero me gustan tantos que los echaría de menos a todos si prescindiera de ellos. El rock, country, jazz, blues, pop... Queen, Zaz, Enya, Sea, Dire Straits, Fito y Fittipaldis, Aretha Franklin, Abba, Chuck Berry, Ella Fitzgerald, Louie Armstrong.... Por nombrar a los que estoy escuchando estos últimos días mientras me lío con nuevas aventuras literarias.

En Tom Z Stone y John Harper mezclas novela negra con literatura de género. ¿Podrías recomendarme otros escritores que también realicen este tipo de literatura?
John Connolly y su saga de Charlie Parker, cuya trama se adentra cada vez más en lo sobrenatural. Jim Butcher y su mago/investigador Harry Dresden.
Esto son dos autores que destacaría entre los que he leído, pero la lista en el mundo anglosajón es poco menos que interminable.
En España sí que hay escritores que abordan el Urban Fantasy, pero mezclar el género negro o detectivesco con la fantasía, solo uno que yo sepa y es José Carlos Somoza del que mencionaría su obra El Cebo, que es muy buena. Sin embargo, bien pensado, diría que Somoza es más ciencia ficción o distópico que fantástico.

La historia de John Harper: Fuego queda muy bien cerrada pero ¿cabría la posibilidad de que escribieras más sobre el universo creado?
Cabría, sí. Pero la palabra la tienen los lectores. Si el libro cala y tiene buenas ventas, las posibilidades de que haya una continuación son mayores. De hecho, te comento en exclusiva, que tengo en la cabeza una segunda novela con Lola como protagonista.

Ahora pasemos a tu carrera como escritor. He estado buscando tu bibliografía y me ha sorprendido que, además de tu presencia en antologías y finalista en certámenes de relatos, he encontrado obras como Leo Circus, Lado extraño, Tom Z. Stone, Penitencia y El enviado. ¿Me queda alguna en el tintero? ¿Cuáles de ellas, además de Tom Z Stone y John Harper: Fuego pueden adquirirse en el mercado?
Se puede conseguir todo Tom Z Stone en Cazador de Ratas. Han hecho una excelente edición de las tres novelas en un solo volumen y además, a un precio excelente de 15 euros para este verano.
Leo Circus se puede adquirir en Apache editorial.
Las demás, me temo que ya no.

Miremos al pasado, ¿a cuál de tus novelas antiguas le guardas mayor cariño?
El Enviado. Fue mi primera obra, la que más me costó escribir y la que viví con mayor intensidad e ilusión.

¿Todas tus obras son de literatura de género?
Sí, creo que en todas existe el elemento fantástico cuando todo el argumento no es fantasía pura y dura. En cuanto a la fusión de noir con fantástico, sucedió con naturalidad. De hecho, sin ese elemento de fantasía no me “cuadra” la historia en la cabeza. Constituye un desafío fusionar los dos géneros y conseguir que funcione.

Y si tuvieras que escoger entre novela negra y fantasía, ¿con cuál te quedarías?
Con negrafantasy. Je je. Ahora en serio: como lector, busco siempre una buena historia, independientemente del género, así que me da igual.

En la última tanda de preguntas vamos a hablar de escritura en general. Tengo entendido que comenzaste a escribir en revistas. ¿Es un buen comienzo para el escritor que aparezca en dicho medio?
Me da mucho pudor dar indicaciones en ese sentido. Creo que cada uno tiene que buscar su propio camino. En cualquier caso, cuando yo empecé es cierto que me vino muy bien la posibilidad de publicar en revistas. Otra opción son los certámenes que se celebran en muchos medios y que no dejan de ser un desafío y motivación.

¿Has recibido algún tipo de formación para escribir?
Leer. Esa es la mejor formación y la que le recomendaría a cualquiera que quiera escribir... Bueno, también al que no quiera, porque leer mola.
A nivel profesional, tengo estudios en Magisterio, (inacabados, que me surgieron otros planes), de inglés, traducción... ¡Incluso de primeros auxilios psicológicos y coach! Soy bastante inquieto, la verdad.

¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?
Mis manías para escribir son tan variadas que supongo que no tengo ninguna. Me gusta escuchar música en ocasiones, y en otras no. También tener una cerveza a mano o una botella de agua. Agradezco comer algo, aunque en ocasiones no tomo nada... Lo dicho: no tengo manías ni nada de nada.

¡No me lo puedo creer! ¿No tiene ningún hábito? ¡Mi mundo se derrumba! Me pongo en pie y, sin querer, hago tropezar a un tal Danny que también iba a entrevistar a Joe, chocando de lleno con Penny la camarera. El trompetista ha dejado de tocar y me mira enfadado. Todo queda en silencio.

Joe, mejor me largo ya. Muchísimas gracias por tu tiempo, espero que la entrevista haya sido de tu agrado y ojalá surjan más ocasiones para entrevistarte. Después de conocerte me siento iluminado e inspirado.

Lo cierto es que quiero que vuelvas. Siempre habrá un ripper para ti, no lo dudes.

Mi salida del JJ no fue tan triunfal como había imaginado. Los gorilas de la puerta se encargaron de hacer su función de tirar la basura y salí del local, volando por los aires, pero ¡me voy con una entrevista del gran Joe Álamo!

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