Y entonces nos perdimos

Novela gráfica: Y entonces nos perdimos
Título original: This was our pact
Tomo: Autoconclusivo
Guion: Ryan Andrews
Dibujo: Ryan Andrews
Traducción: Alba Pagán
Editorial España: Editorial Astronave (noviembre 2019)
ISBN: 978-84-679-3644-5
Páginas: 336
Puntuación: 6

Reseña: Seis amigos salen de expedición la noche del equinoccio de otoño ya que, en su pueblo, tienen como tradición lanzar cientos de farolillos. De este modo, Ben y sus amigos deciden perseguir los farolillos para comprobar si es cierta la leyenda que cuenta que éstos se convierten en estrellas y se pierden en la vía láctea.

No obstante, sólo Ben y Nathaniel seguirán su camino y pasarán el puente que los llevará a un mundo increíble donde conocerán a un oso muy especial y otros personajes un tanto peculiares. 

Y entonces nos perdimos es un cómic de aventuras al más puro estilo Los Goonies y Studio Ghibli, ya que encontramos animales parlantes, cierta predilección por la naturaleza y un inolvidable viaje de aventuras en bici de dos amigos que no se rinden y están dispuestos a cumplir el pacto. A nivel argumental me ha parecido una historia juvenil muy fresca, con personajes intrépidos y un mundo maravilloso e intrigante. 

Esta novela gráfica es muy ágil y tiene una ambientación hipnótica. Me ha encantado perderme en los lugares recónditos de ese mundo ficticio y conocer al oso y Madam Majestic, quienes aportan la nota de humor. Sin embargo, es una novela con un ritmo muy lento. Es cierto que la parsimonia es una cualidad distintiva de muchas películas Ghibli, pero yo prefiero los cómics más dinámicos y más teniendo en cuenta que hay aventuras, incertidumbres y peligros. 

En cuanto a los personajes, debo admitir que Ben y Nathaniel son un poco planos. No he conectado lo suficiente con ellos y, aunque me ha gustado su fuerza de voluntad y que sean aventureros, por otro lado les falta carisma y que sean más efusivos. De hecho, pienso que no son lo suficientemente expresivos. 

El principal rasgo distintivo del dibujo es que predomina la paleta de colores azules, transmitiendo la sensación de que siempre es de noche, hace frío y hay mucha oscuridad. También me ha llamado la atención los primeros planos de los escenarios frente a los personajes, pues da la sensación de que tiene más importancia el entorno que los propios personajes y sus estados de ánimo.

Ryan Andrews es un ilustrador que vive en Japón y en esta novela gráfica se aprecia las influencias niponas, ya que aparte de las semejanzas con el estilo de Studio Ghibli, también podemos apreciar la presencia de farolillos, referencias a leyendas, amor por la naturaleza con escenarios amplios del mar, bosques o el firmamento. 

En definitiva, Y entonces nos perdimos es una novela gráfica con un dibujo que transmite muchísima tranquilidad, paz e intriga. Una historia de aventuras de niños que descubren un mundo espectacular con toques mágicos y un encanto innato.