La niña que paró el tráfico

Libro: La niña que paró el tráfico
Título original: A menina que parou o trânsito
Autor: Fabrício Valério
Ilustraciones: Bruna Assis Brasil
Traducción: Carlota Tatay
Género: Infantil
Editorial: VR Europa (marzo 2020)
Año: 2016
ISBN: 978-84-120950-1-2
Páginas: 32
Formato: Tapa dura con páginas de papel

Reseña: Una niña circula con su bicicleta por la carretera y, como es de esperar, detiene la circulación de todos los vehículos. A lo largo de este álbum ilustrado, seremos partícipes del desastre que forma por un hecho tan inocente como una niña montada en su bicicleta.

Desde mi punto de vista, La niña que paró el tráfico está ideada para que los pequeños lectores reflexionen y aprendan a valorar el juego en la calle. Además, también es una protesta sobre la estructura de las calles, donde se reclaman aceras más anchas y mayor prioridad a los peatones frente a vías congestionadas por vehículos.

Como es de esperar, el personaje principal es la niña que circula tranquila con su bicicleta, pero un anciano con sus pensamientos es el encargado de reforzar cualquier moraleja que podamos extraer de la historia. La figura del anciano me parece interesante porque le aporta un toque de humor adicional y, por lo normal, relacionamos la sabiduría con personas de avanzada edad. No iba a ser menos en este cuento.

Nuestra experiencia de lectura ha sido con nuestros hijos Darío, de cuatro años, y Arya, de dos, que como bien sabéis son grandes lectores de cuentos. Como el texto consiste en frases más largas tras cada página, hemos optado por narraciones rápidas y, cuando hemos visto que se despistan de la lectura, abreviamos, pues no deja de ser un cuento para niños a partir de cinco años.

El apartado gráfico me ha gustado bastante porque combina el dibujo a lápiz y sombreados del mismo material, combinándolos con collages totalmente realistas. El resultado es un crisol de dibujo y realismo que le aporta un toque divertido y desenfadado que gustará a pequeños y mayores. Para ello, con la idea de no sobrecargar y ofrecer un dibujo limpio, se ha recurrido a entintados de colores lisos, fondos planos y uso de tramas sencillas.

La niña que paró el tráfico es un cuento que sirve de reclamo a la inocencia, para que los jóvenes sepan valorar los juegos en la calle y los mayores seamos conscientes de lo que los niños se están perdiendo. A su vez es una profunda crítica sobre el frenético ritmo de vida que llevamos y que todo podría ser mucho más agradable si todos nos tomáramos la vida con filosofía.

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