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miércoles, abril 1

Sígueme la corriente

miércoles, abril 1
Libro: Sígueme la corriente
Título original: Sígueme la corriente
Autora:
Megan Maxwell
Género: Romántica contemporánea
Editorial: Esencia
Año: 2015
Origen: España
ISBN: 978-84-08-13664-4
Páginas: 480
Puntuación: 6,5
Primer capítulo: Leer Aquí
Reseña: Tony Ferrasa es un compositor de música puertorriqueño guapo y rico. Pese a su fama de mujeriego, Tony es un soltero codiciado por las mujeres, aunque ninguna ha conseguido llegar a su corazón. No obstante, la vida amorosa de Tony cambiará radicalmente cuando conoce en una fiesta a Ruth, una camarera muy llamativa por su particular  pelo de colorines.

Ruth es una mujer soltera con un pasado turbulento que soporta una carga familiar de tres hijos pequeños. Mujer pluriempleada a tiempo completo, Ruth dedica su vida a trabajar para sacar adelante a su familia y apenas le queda tiempo para ella misma. De esta forma, aunque al principio Ruth se siente atraída por el irresistible Tony, decide hacer caso omiso a sus deseos carnales por miedo a empezar una relación amorosa teniendo una vida tan complicada.

Estamos ante un spin-off de la bilogía Adivina quién soy de Megan Maxwell cuyo protagonista absoluto es Tony Ferrasa, hermano de Dylan. Aunque Sígueme la corriente cronológicamente es posterior a dicha bilogía, el presente título puede leerse de forma totalmente independiente porque la historia se centra en Tony, y no es necesario haber leído los otros libros para entenderlo a la perfección. Lógicamente, Sígueme la corriente contiene spoilers de Adivina quién soy y Adivina quién soy esta noche, pero considero oportuno aclarar que prácticamente es un libro autoconclusivo.

Sígueme la corriente es un libro romántico cuyo nudo argumental se centra en la relación amorosa que entablan Tony y Ruth. Una pareja que siente una atracción física electrizante pero que, debido a sus estilos de vida tan diferentes, no se atreven a comenzar una relación más seria. Entre flirteos, tensión sexual no resuelta y miradas arrebatadoras, Tony y Ruth acaban desatando su pasión pero no acaban de dar el siguiente paso. Con este planteamiento, que en mi opinión es bastante típico, comienza una historia de amor con muchos elementos interesantes como la atracción física, celos, inseguridades y mentiras. Una historia plagada de encuentros y desencuentros amorosos que se complementa con tramas familiares, dramáticas y de amistad.

No es ningún secreto que Megan Maxwell sea una de mis autoras fetiches y siempre disfruto al máximo con sus historias tan divertidas y románticas. Como decía anteriormente, Sígueme la corriente sigue una estructura muy típica del género, pero sorprendentemente me ha gustado mucho más que Adivina quién soy. La cuestión es que Sígueme la corriente mantiene un ritmo más constante, cuenta con un contenido más variado y también se le da más importancia a otras relaciones secundarias.

En Sígueme la corriente también vamos a encontrar escenas de cama subidas de tono pero no son tan asiduas como en Adivina quién soy, lo cual agradezco enormemente porque pienso que hay otras tramas que también merecen su espacio. Concretamente, Sígueme la corriente abarca otras cuestiones igualmente interesantes como el pasado de Ruth, su rutina familiar, su faceta como piloto de carreras de coches o sus amistades. Al margen de la relación amorosa, estas tramas han sido fundamentales para construir esta historia que, pese a sus tópicos, resulta tremendamente adictiva y divertida.

En cuanto a los personajes,  Megan Maxwell tiene la habilidad de sorprendernos con perfiles muy carismáticos y potentes. Por muy ricos, atractivos o metepatas que sean sus personajes, siempre demuestran ser humanos, nobles y generosos. En este caso, Ruth y Tony son una pareja con caracteres parecidos pero con estilos de vida diferentes, así que el origen de sus discusiones se basan principalmente en esas diferencias. Los secundarios también son muy importantes en este libro, especialmente David, Jenny, los gemelos, Tiffany, Yanira y Omar, quienes además de ser un gran apoyo para Ruth, también han aportado grandes dosis de humor.

Otro de los ingredientes que nunca faltan en los libros de Megan Maxwell y que, pese a ser una nimiedad, a mi me encanta, es la música. Por el argumento, la música está muy presente en este libro pero, además, también sirve de ambientación cuando se menciona algunos temas musicales (Bailando de Enrique Iglesias, Happy de Pharrell Williams o All of me de John Legend) e, incluso, aparecen algunos extractos de canciones. Seguramente, a muchos esta particularidad no les reporte nada especial, pero sé que hay muchos otros lectores que sí disfrutan con estos pequeños detalles.

En definitiva, Sígueme la corriente es un libro divertido, refrescante y romántico que nos ha sorprendido por su idilio amoroso tan juguetón y emotivo. Una historia adictiva y entrañable que, una vez más, hemos disfrutado por el estilo desenfadado y auténtico de una autora a quien le tenemos muchísimo cariño.   

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