Libro: Sígueme
la corriente
Título original: Sígueme la corriente
Autora: Megan Maxwell
Autora: Megan Maxwell
Origen: España
ISBN: 978-84-08-13664-4
ISBN: 978-84-08-13664-4
Páginas: 480
Puntuación: 6,5
Puntuación: 6,5
Primer capítulo: Leer Aquí
Reseña: Tony Ferrasa es un
compositor de música puertorriqueño guapo y rico. Pese a su fama de mujeriego, Tony es un soltero codiciado por las
mujeres, aunque ninguna ha conseguido llegar a su corazón. No obstante, la vida
amorosa de Tony cambiará radicalmente
cuando conoce en una fiesta a Ruth,
una camarera muy llamativa por su particular
pelo de colorines.
Ruth es una mujer soltera con un pasado turbulento que soporta una
carga familiar de tres hijos pequeños. Mujer pluriempleada a tiempo completo, Ruth dedica su vida a trabajar para
sacar adelante a su familia y apenas le queda tiempo para ella misma. De esta
forma, aunque al principio Ruth se
siente atraída por el irresistible Tony,
decide hacer caso omiso a sus deseos carnales por miedo a empezar una relación
amorosa teniendo una vida tan complicada.
Estamos ante un spin-off de la bilogía Adivina quién soy de Megan Maxwell cuyo protagonista
absoluto es Tony Ferrasa, hermano de Dylan. Aunque Sígueme la corriente cronológicamente es posterior a dicha bilogía,
el presente título puede leerse de forma totalmente independiente porque la
historia se centra en Tony, y no es
necesario haber leído los otros libros para entenderlo a la perfección.
Lógicamente, Sígueme la corriente
contiene spoilers de Adivina quién soy y Adivina quién soy esta noche, pero considero oportuno aclarar que
prácticamente es un libro autoconclusivo.
Sígueme la corriente es un libro romántico cuyo nudo argumental se
centra en la relación amorosa que entablan Tony
y Ruth. Una pareja que siente una
atracción física electrizante pero que, debido a sus estilos de vida tan
diferentes, no se atreven a comenzar una relación más seria. Entre flirteos,
tensión sexual no resuelta y miradas arrebatadoras, Tony y Ruth acaban
desatando su pasión pero no acaban de dar el siguiente paso. Con este
planteamiento, que en mi opinión es bastante típico, comienza una historia de
amor con muchos elementos interesantes como la atracción física, celos,
inseguridades y mentiras. Una historia plagada de encuentros y desencuentros
amorosos que se complementa con tramas familiares, dramáticas y de amistad.
No es ningún secreto que Megan Maxwell sea una de mis autoras
fetiches y siempre disfruto al máximo con sus historias tan divertidas y
románticas. Como decía anteriormente, Sígueme
la corriente sigue una estructura muy típica del género, pero
sorprendentemente me ha gustado mucho más que Adivina quién soy. La cuestión es que Sígueme la corriente mantiene un ritmo más constante, cuenta con un
contenido más variado y también se le da más importancia a otras relaciones
secundarias.
En Sígueme la corriente también vamos a encontrar escenas de cama
subidas de tono pero no son tan asiduas como en Adivina quién soy, lo cual agradezco enormemente porque pienso que
hay otras tramas que también merecen su espacio. Concretamente, Sígueme la corriente abarca otras cuestiones igualmente interesantes como el pasado de Ruth, su rutina familiar, su faceta como piloto de carreras de
coches o sus amistades. Al margen de la relación amorosa, estas tramas han sido
fundamentales para construir esta historia que, pese a sus tópicos, resulta
tremendamente adictiva y divertida.
En cuanto a los personajes, Megan
Maxwell tiene la habilidad de sorprendernos con perfiles muy carismáticos y
potentes. Por muy ricos, atractivos o
metepatas que sean sus personajes, siempre demuestran ser humanos, nobles y generosos. En este
caso, Ruth y Tony son una pareja con caracteres parecidos pero con estilos de
vida diferentes, así que el origen de sus discusiones se basan principalmente en
esas diferencias. Los secundarios también son muy importantes en este libro,
especialmente David, Jenny, los
gemelos, Tiffany, Yanira y Omar, quienes además de ser un gran
apoyo para Ruth, también han aportado
grandes dosis de humor.
Otro de los ingredientes que
nunca faltan en los libros de Megan
Maxwell y que, pese a ser una nimiedad, a mi me encanta, es la música. Por
el argumento, la música está muy presente en este libro pero, además, también
sirve de ambientación cuando se menciona algunos temas musicales (Bailando de Enrique Iglesias, Happy
de Pharrell Williams o All of me de John Legend) e, incluso, aparecen algunos extractos de canciones.
Seguramente, a muchos esta particularidad no les reporte nada especial, pero sé
que hay muchos otros lectores que sí disfrutan con estos pequeños detalles.
En definitiva, Sígueme la corriente es un libro
divertido, refrescante y romántico que nos ha sorprendido por su idilio amoroso
tan juguetón y emotivo. Una historia adictiva y entrañable que, una vez más,
hemos disfrutado por el estilo desenfadado y auténtico de una autora a quien
le tenemos muchísimo cariño.
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