Hoy os traemos una entrevista muy especial porque es de uno de los nuevos fichajes de Insomnia Ediciones del 2020. Concretamente, Alba Quintas Garciandia que entra en la editorial con la publicación de su novela corta La voz de plata el próximo 7 de Septiembre. Además, este título dice mucho de la autora y del equipo editorial como personas, pues un 15% de los royalties en las ventas del libro estarán destinados a la Fundación 38 Grados. ¿Qué os parece si conocemos más de la autora y el proyecto? ¡Vamos a ello!
En primer lugar, Alba, te damos nuestro más sentido agradecimiento por estar aquí con nosotros. Tu novela corta tiene una pinta estupenda y estamos convencidos de que mucha gente está deseando hincarle el diente.
Gracias por esta oportunidad de corazón y por toda vuestra labor ayudando a una parte del sector editorial a la que le cuesta más tener visibilidad. ¡Vamos a ello!
Vamos a empezar hablando de La voz de plata, ¿cómo se te ocurrió la idea de escribirla?
¿Os soy sincera? Esta nació como idea para una novela infantil y luego digamos que el tema de la edad se me fue de las manos. Fue una época en la que el personaje de Marco Polo se me metió en la cabeza por todos lados, primero por leer Las ciudades invisibles de Italo Calvino, que es un libro precioso que cualquier artista debería leer, y luego por la serie de Netflix, que me encanta, aunque históricamente tiene sus momentos débiles. Simplemente me enamoré del personaje y necesitaba hacer mi versión.
¿Cómo escogiste el título?
Esto es curioso, tengo un poema por ahí perdido de hace bastantes años que habla de un muchacho con la habilidad para enamorar con sus versos, y la imagen que usaba todo el rato es “versos de plata”. Marco Polo es alguien así, solo que él se hace querer narrando en voz alta, gracias a la oralidad. De ahí que sea su voz la que es de plata.
¿Qué te ha costado más, pensar tu obra o escribirla?
Por esta vez creo que no podría contestar. Hay novelas en las que se sufre la escaleta, que no acaba de encajar, y hay otras en las que el proceso de escritura se hace demasiado largo y pesado o se pierde el interés a la mitad. Pero el proceso de la La voz de plata fue realmente orgánico y eso tiene mucho que ver con estar escribiendo simplemente sobre algo que te interesa y te apasiona sin preguntarte mucho por qué. Creo que la escribí en unas dos semanas, y lo recuerdo (porque fue en agosto de 2017) como unos días muy felices.
¿Por qué optaste por una novela corta para La Voz de Plata?
No es tanto optar por una novela corta, que soy de las que les da lo mismo la extensión de una novela, como la estructura narrativa. Creo que es un error pensar “tengo que escribir una novela corta” o “quiero escribir un tochazo” y luego ya adaptar la historia y su estructura: me gusta mucho más cuadrar mi escaleta y escribirla, y luego aceptar la extensión que acabe teniendo, sea cual sea. Yo estoy muy ligada al mundo del teatro y a las herramientas de la dramaturgia, y en esta novela se nota: cinco capítulos que son cinco únicas noches (los cinco actos de la Poética de Aristóteles, que lo queramos o no, sigue siendo un texto imprescindible), y una dinámica de un personaje contra otro. Me gusta mucho el juego de reducir el conflicto a los mínimos elementos posibles. Dumas solía decir que para crear un buen drama solo necesitas cuatro paredes una pasión. En la mayoría de las páginas de La voz de plata juego a tener esas cuatro paredes, dos personajes y algunas líneas de diálogo. Más que suficiente.
Una portada preciosa por parte de Sara H. Randt, ¿Puedes hablarnos de su proceso creador?
Mi editora May me pasó un montón de propuestas de ilustradores, y cotilleando me encantó el estilo de Randt, ya conocía muchas de las novelas a las que ella ha puesto portada. Sabíamos cosas, sabíamos que queríamos una portada mucho más simbólica, casi con ornamentación, un título destacado, y sobre todo los colores: ¡en mi cabeza la historia de Marco siempre ha sido azul! Hasta mis cuadernos al respecto eran de ese color. Luego Randt cogió esas indicaciones y nos voló la cabeza mejorándola hasta lo indecible. El caminante esbozado, las lunas, la manera de enmarcar el título… cada vez que teníamos un nuevo avance nos ilusionábamos más y más.
¿Cómo te gustaría que reaccionaran tus lectores tras la lectura de La voz de plata?
Me encanta esta pregunta, espero que la respuesta no me quede demasiado rebuscada. Las memorias de Marco Polo se han publicado tradicionalmente bajo el título Los viajes de Marco Polo, pero su título original es El libro de el millón de maravillas, Il Milione. Es ese concepto, la maravilla, el maravillarse ante lo que nos rodea y dejar que nos invada para contarlo, el que intento transmitir. No sé por qué, pero siempre ha habido algo en la noción de maravilla que me ha fascinado como artista. Mi soneto favorito de Lorca empieza con la frase “Tengo miedo a perder la maravilla” y joder, es la frase más perfecta para empezar cualquier poema. La filosofía, el arte, el saber, empiezan en épocas antiguas por ese maravillarse ante el universo, ese querer explicarlo, ese hacerse preguntas desde la ilusión y la sorpresa. Maravillarse es parte de una forma muy concreta de afrontar la vida, Marco Polo sin duda la tenía, y es lo que quiero homenajear y hacer llegar con la novela. Yo espero que como artistas y como lectores no la perdamos nunca.
Si tu protagonista fuera un plato de comida, ¿cuál sería?
Creo que… ¿una crema catalana? Decididamente un postre muy dulce y tradicional.
Otro pilar importante de La voz de plata es el altruismo con su donación del 15% de los royalties a la Fundación 38 grados, ¿Puedes hablarnos de dicha fundación?
La Fundación 38 grados es una asociación que ayuda a los enfermos al final de su vida y lucha por la importancia de unos cuidados paliativos dignos. Su lema oficial es "Porque toda historia merece un buen final." La fundación se llama así por sus "grados", que es como llaman a los deseos, anhelos, necesidades del paciente, que ellas hacen realidad para que se puedan ir sintiéndose en paz, para que, como ellas mismas dicen, puedan "aligerar el vuelo". En su web hay varios documentados, viajes, una última comida en un restaurante de lujo, una experiencia con sus seres queridos, etc.
Por la época tanto personal como social que he vivido, la muerte ha sido un tema que ha entrado de lleno en mi vida, que no deja de estar presente, y me conciencié de la peor manera posible de la importancia de los cuidados paliativos. Esto está escondido, nadie quiere hablar de ello, y sin embargo cada vez es más importante. A nivel social, tenemos una responsabilidad con los enfermos más graves y con los ancianos, a los que tanto se ha abandonado últimamente. La chicas de la Fundación lo tienen muy presente y hacen una labor muy necesaria donde otros escogen apartar la vista. Yo tampoco quiero seguir apartándola.
Ahora vamos a hablar de ti como escritora. ¿Qué tipo de escenas son las que más te cuestan escribir?
Tengo problemas terribles con las escenas de acción. Creo que en general a los escritores el mundo audiovisual nos ha influido mucho, y a veces nos olvidamos de que lo que contamos no tiene por qué intentar acercarse a lo que veríamos en el caso de ser una película o una serie, porque hay cosas que solo el cine puede contar y hay mecanismos que solo tiene la literatura. En mi caso, las escenas de lucha o de persecuciones son mi talón de Aquiles, las quiero tan detalladas y a la vez con tanto ritmo que me vuelvo loca a mí misma. Hace poco tuve que escribir una carrera de cuadrigas y decidí que, fuck it, me ponía las escenas famosas de Ben-Hur en el ordenador e intentaba describirlas como podía.
¿Desde cuándo llevas escribiendo?
Nunca sé que responder a esto. Creo que toda la vida, tengo relatos de cuando iba a primaria guardados. Sé que mi primera novela la acabé con trece años y con catorce ya le estaba mandando manuscritos al pobre Jordi (Sierra i Fabra) en su concurso. Varios años seguidos presentándome hasta que lo gané. Él siempre dice que soy cabezona hasta decir basta.
¿Tienes algún tipo de formación relacionada con la escritura?
Como toda la gente de mi edad en este país, supongo que he estudiado en realidad demasiadas cosas. Soy graduada en Humanidades, mi especialidad es la Historia Contemporánea, y supongo que eso influye mucho en todos los temas que toco y cómo abordar un proceso de documentación. También he estudiado años en la Escuela de Guionistas de Madrid, y tengo un máster en edición de libros. Pero la formación es mucho más que los títulos. Estar rodeada de libros, de literatura, de autores y sus distintas visiones y opiniones durante años, eso es lo que realmente le cambia a una.
¿Cuál es tu género favorito para escribir? ¿Y para leer?
Tengo que decir que teatro en lo primero, sobre todo cuando es un trabajo más de laboratorio y puedes desarrollar el texto a medida que ves a los actores trabajando sobre el escenario. Se te cae el mito entonces de que la literatura es algo solitario. Para leer, thriller. Casos de asesinatos, personajes marginales, investigadores de moral tirando a gris y demás son mi debilidad.
¿Cómo haces para elegir los nombres de los personajes de tus obras?
No me gusta poner los nombres porque sí, en general son homenajes a personas, personajes de ficción, mitos, lugares, etc. Por ejemplo, en Globe todos los personajes cogen su nombre de algún deportista de élite que me gusta; en La flor de fuego son escritores y músicos. Son cosas que solo suelo saber yo, pero que le dan un poco de color al proceso y a veces hasta ayudan a desarrollar algunos niveles psicológicos del personaje.
¿Cómo te inspiras para pensar tus novelas?
Suelo decir que escribo sobre cosas que adoro o cosas que me cabrean. Escribí La venganza de Ariadna porque no recuerdo algo que me haya cabreado más que todo el proceso judicial y la correspondiente cobertura informativa del caso de La manada. En cambio escribí La voz de plata porque me fascina el personaje de Marco y su dinámica con el Khan de los mongoles. Y una vez sé que quiero escribir sobre algo, leo antes todo lo posible acerca del tema o me pueda recordar vagamente al tipo de novela que quiero hacer. Consumir toda la cultura posible y vivir informada de lo que ocurre a tu alrededor, esas son las claves. No entiendo a los que les falta la inspiración o no tienen ideas; con ver un telediario o leer un par de libros de historia ya sacas cosas que escribir. Eso es así.
Como última pregunta, ¿qué libro del catálogo de Insomnia Ediciones te llama más la atención?
La verdad es que ya he leído varios y tengo que felicitar a los chicos, me parece que todos sus libros tienen algo y a nivel literario se puede justificar todas y cada una de las publicaciones, les gusten más a los lectores o no. Tengo muchas ganas a sus novedades, La ciudad escondida y A través del bosque.
Pues aquí termina nuestra entrevista. Escribir, editar y colocar un libro en el mercado es un trabajazo, y con La voz de plata se está donando el fruto de un gran esfuerzo. Alba, te agradecemos tu pasión por la escritura y esperamos que La voz de plata tenga un éxito arrollador. Esperamos leerte pronto y, de corazón, que tengamos más oportunidades para entrevistarte.
¡Ha sido un buen viaje, queridos! Muchas gracias por las preguntas, y por supuesto, cada vez que queráis encantada de visitar vuestra estantería <3
Un enorme abrazo.
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