
Título: Crónicas de la Dragonlance: Libro I: El Retorno de los Dragones
Título original: Dragons of Autumn Twilight. Dragonlance Chronicles, Book1
Autores: Margaret Weis, Tracy Hickman
Género: Literatura fantástica
Editorial: Planeta DeAgostini
Año: 1984
ISBN: 84-674-1954-7
Paginas: 477
Puntuación: 8,5
Reseña: Tras el cataclismo, los dioses abandonaron a todos los habitantes de Krynn. Sin embargo, un peculiar grupo de compañeros de batallas decidieron separarse y dispersarse por las diversas tierras en busca de algún designio de la existencia de los antiguos dioses.
Cinco años más tarde, tal y como prometieron, vuelven a encontrarse en El último hogar, la taberna más acogedora de todo Solace, situada en uno de los enormes árboles gigantes autóctonos de la zona, conocidos como vallenwoods.
De esta forma se reunirán Tanis el semielfo, Tasslehoff el kender, Sturm el caballero de Solamnia, Flint el enano, Caramon el guerrero y Raistlin el mago. Estarán todos presentes excepto Kitiara que, por razones laborales, no pudo acudir a la cita.
Los compañeros aprovecharán para contar dónde han estado en estos últimos años, reírse y disfrutar de los amigos de los que hace tanto tiempo que se separaron. Además, comprobarán el gran cambio que han sufrido algunos de ellos, destacando la sobrecogedora presencia de Raistlin, fruto de las penalidades vividas en su aprendizaje de la magia.
Por otra parte, la ciudad de Solace también ha sufrido cambios al verse controlada por los Buscadores dirigidos por el Sumo Teócrata, también gobernador de Solace. Los Buscadores son un grupo que afirman la existencia de nuevos Dioses, considerando una blasfemia las habladurías referentes a los dioses de los cuales ellos no aceptan su existencia.
El Sumo Teócrata se ha hecho con el poder de la ciudad, teniendo a su mando criaturas tan despreciables como son los goblins, lo cual desconcierta y origina desconfianzas entre los ciudadanos. No obstante, si nadie se entromete en sus asuntos puede vivir pacíficamente y sin problemas en Solace.
Finalmente, el peculiar grupo de amigos hablarán del motivo por el que años atrás acordaron reencontrase: saber si hallaron alguna prueba de presencia de los dioses anteriores al cataclismo. Ninguno de ellos pudo aportar nada.
Poco a poco, caía la noche y la taberna comenzó a llenarse de ruidosos clientes; sin embargo, el silencio reinará con la entrada del Sumo Teócrata que también suele frecuentar el lugar para tomarse un descanso y refrescarse.
Allí, el Sumo Teócrata atenderá a las historias, sobre Dioses aceptados por los Buscadores, que narra un anciano a todo aquel que se precie a escucharlo. También oirán sus historias una mujer y un hombre procedentes de las llanuras, unos bárbaros, que hacen todo lo posible por pasar desapercibidos entre la población.
Finalmente, el anciano pedirá a la mujer bárbara que cante y, tras ésta acabar, el Sumo Teócrata grita considerándola una blasfemia. Éste intentará confiscar los efectos personales de la bárbara pero se topará con su acompañante que, tras un leve empujón, provocará que el Sumo Teócrata acabe en la chimenea. A partir de ese momento, todo sucederá muy rápido, Tasslehoff el kender se hará con una vara que portaba la bárbara y golpeará al Sumo Teócrata para que éste caiga al suelo y puedan sofocarle el fuego pero, para su sorpresa, al usar la vara el fuego desaparecerá así como cualquier quemadura.
El Sumo Teócrata, aún mas enfadado, acusó a los dos bárbaros y el grupo de al lado como herejes y, al encontrarse acorralados, se vieron obligados a huir todos juntos. De esta forma, el grupo liderado por Tanis el semielfo vuelve a estar unido y, en esta ocasión, acompañados por los dos misteriosos bárbaros que portan una vara con el poder de curar.
Esa casualidad sólo será el inicio de la forja de un grupo de valientes guerreros que compondrán las únicas esperanzas, para salvar a todo Krynn, ante la aparición de una nueva raza hostil: los draconianos.
El retorno de los Dragones es el primer libro perteneciente a la saga de Crónicas de la Dragonlance. Es imprescindible y más que recomendable para los amantes de la literatura fantástica y, sobre todo, a los aficionados a los juegos de rol que, en más de una ocasión, se sentirán como si estuviesen jugando, encontrándose ante una de las mejores partidas jamás jugadas.